Vitamina C |ChanBaek|

15 dólares.

15 dólares.

Baekhyun contaba con 15 dólares en su bolsillo, un novio malgastador y un bebé que consumía la mayoría de sus recursos.

Porque claro, él debía dejar de lado su obsesión por los juegos de computadoras porque los pañales, biberones y chupones de su hijo eran mil veces más importantes, era un recorte cruel y necesario hasta el mismo Chanyeol tuvo que dejar de lado su colección de figuritas de acción.

Pero ninguno contó con qué ese mes gastaran el doble en materiales para la universidad y que Jaewon se contagiara de un fuerte resfriado en la guardería.

Y ahora solo tenían 15 dólares para sobrevivir la última semana del mes.

Suspiro agotado, apresurándose en alcanzar un asiento vacío, su bebé colgaba del portabebés moviendo sus piernitas con alegría propia del hijo de Park Chanyeol, su mini vitamina.

—Que fácil es ser bebé ¿no? – Le preguntó a su hijo como si éste pudiera responderle, —Solo despiertas, comes, duermes, vas a la guardería y luego vuelves a dormir y comer, eres un pillo. – Su bebé le dedicó una sonrisa atenuada por el chupon en su boca para posteriormente recostar su diminuta cabeza en su pecho, cálido y cómodo. Como un adicto tomó una gran bocanada del delicioso olor de su hijo.

Era simplemente fantástico, como caramelo; tan suave y fresco, era mejor que todos sus olores favoritos: barniz, gasolina, tierra mojada y el cabello de Chanyeol. Podía estar horas tomando bocana tras bocanada de tal forma que casi perdió su parada por estar distraído.

Las pocas manzanas rumbo al hogar de las pasó pensando cómo extender esos 15 dólares, no eran nada considerando que dos hombres adultos debían comer con eso (hombres con gran apetito por cierto). Decirle a su mamá tampoco era una opción porque ella se lo diría a su padre y su padre insistiría en venir a verlos, no tendría nada de malo de no ser porque su papá parecía tener esa obsesión poco sana por Chanyeol. O sea podía entender lo irresistible que era su novio raya pareja raya futuro esposo raya amor de su vida, él mismo le había dado hijos y esa era su máxima demostración de amor porque no le daría hijos ni al primer ministro, pero la gente debería entender de una vez que Chanyeol ya tenía dos dueños: Jaewon y él.

Volviendo a su problema se daba cuenta que estaba solo en eso, ni siquiera podía pedirle ayuda a su suegra porque esa sería la tercera vez y la tercera es la vencida, ella pronto estaría insistiendo para que se mudaran con ellos y por supuesto que no lo harían, mucho les costó su independencia para perderla otra vez.

Sí tan solo Chanyeol fuera un poco más ahorrador, él hacía lo que podía ahorrando dinero: compraba el papel higiénico del más barato, no compraba leche para su hijo porque la propia ya era suficiente, usaba hasta el último del tubo de pasta de dientes y utilizaba dos veces el agua de la lavadora, pero Chanyeol no ayudaba con eso, es más, gastaba en estupideces sin pena alguna.

—Baekhyun te traje una aspiradora nueva, la otra era roja y no me gustaba.

— Baekhyun compre esta linda almohadilla para el ratón de la computadora.

—Baek bebé te compre una nueva argolla para que todos sepan que estas comprometido.

—Baek bunnie, compre un litro de yogurt griego.

—Hyunnie, mira estos nuevos calcetines para Wonnie.

A veces Chanyeol lograba hacerlo enojar tanto, pero así era el amor.

Pero ahora su amor incondicional no iba a entrometerse en su misión de sobrevivir con apenas 15 dólares, de alguna forma debía lograr que funcionara.

Abrió la puerta de su modesto departamento cuidando no pasar a llevar a su bebé como a veces hacía el idiota de su novio, lo besó un par de veces antes de dejarlo en el corral mientras se lavaba las manos y dejaba la mochila en la habitación principal y la única del departamento.

Ya listo para descansar se acercó al corral otra vez para tomar a su pequeño Jaewon, que ya comenzaba a dormirse, y recostarse con él en su pecho sobre el sofá. Puso un canal cualquiera mientras acariciaba la pequeña espalda de su hijo, Jaewon emitió un sonidito quedito indicando que ya estaba cerca de dormirse. Besó la mata de cabello negro una vez antes de acurrucarlo más cerca.

Contagiado por el sueño de su bebé comenzaba a sentir los estragos del pesado día en su cuerpo, pero antes de poder dormirse la fugaz idea de cocinar apareció, sí él cocinaba podrían ahorrar mucho dinero, después de todo había bastantes ingredientes y productos en su cocina.

Emocionado y exaltado se puso de piel de golpe, despertando al bebé en el proceso, Jaewon gimoteó al borden del llanto, pero Baekhyun fue mucho más rápido en mecerlo suavemente hasta que otra sonrisa se instaló en su rostro, una sonrisita de un solo diente.

Ubicó al bebé en su cadera listo para cocinar, con ayuda de YouTube y una receta sencilla estaba listo para hacer una cena perfecta que Chanyeol claramente amaría, fue un poco complicado gracias a que su hijo quería meter sus regordetas manos por todas partes, incluso en el agua hirviendo, obviamente no se lo permitió quitándolas rápido logrando que su bebé soltara quejiditos muy agudos y adorables.

En algún minuto cuando revolvía la olla Jaewon consideró divertido morder parte de sus pómulos y nariz, llenándolo de su babita. Su celular sonó con un mensaje de su novio: ¿pedimos pizza hoy?

Jadeó enojado, apresurándose en teclear un «no» rotundo mientras Jaewon insistía en tratar de arrebatarle el teléfono.

Baekhyun dio un brinco asustado cuando la olla se rebalsó un poco, corriendo a quitarla de la fuente de calor sin quemarse él y su bebé al mismo tiempo.

📌

Chanyeol llegó a casa a eso de las seis y media, un presentimiento instalado en su pecho, pero desechó la idea al ver a su novio sentado en la mesa con una cena apetitosa frente a él. Se apresuró a besarlo a modo de saludo y se sentó en su lugar.

—Hice la cena hoy, así que come todo. – Baekhyun con sus ojos en media luna lo invitó a degustar de la comida.

—Si mi Baekhyuniee lo hizo tiene que estar delicioso.

Dio una probada y fue francamente indescriptible. No quería poner mala cara y herir los sentimientos de Baekhyun, pero en cuanto levantó el rostro vio la misma expresión en su novio.

—Será mejor que pidas pizza ahora, Chanyeol, pero pídele los 30 dólares que te debe Sehun. – Baekhyun se puso de pie para tomar a su pequeño hijo que jugaba a meter ruido con su sonajero en el corral, olvidando la cena lo antes posible.

—Sí, amor.