better than drugs

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Probablemente me estaba volviendo paranoico. No podía sacar aquellas tristes palabras pronunciadas por la voz de quien más amaba, como si hubiese oído la melodía más fúnebre a través de sus cuerdas vocales, aquellas que se quebraron en una nota errónea casi al final de la oración; "Me siento jodidamente solo."

No era la primera vez que le escuchaba decirlo, y cada vez que lo hacía mi corazón se fragmentaba un poco más ahí; en aquella grieta que llevaba su nombre: Im Changkyun. Porque yo más que nadie lo entendía aunque él no lo supiera, el peor sentimiento que puede existir es el sentirte solo cuando estás rodeado por una multitud de rostros borrozos, aquellos que te entregan relaciones tan superficiales, llenas de falsas sonrisas y sentimientos vacíos. Mientras tú estás ahí, de pie junto a ellos intentando no quebrarte, porque de nada serviría mostrar tus debilidades frente a quienes no son capaces ni de apreciar tus virtudes.

Pero existía una gran diferencia entre él y yo.

Cuando Changkyun entró a mi vida, vi una oportunidad, una esperanza; nunca jamás volví a sentirme tan solo como lo estuve en aquel entonces. Porque aun después de conocer todos mis demonios y mi verdadero yo, el decidió quedarse. Y yo también quise quedarme en su vida, aun si no conocía ni la mitad de las voces en su cabeza.

Sin embargo el seguía sintiéndose de la misma forma.

¿Qué es lo que yo estaba haciendo mal? me lo cuestioné una infinidad de veces.

Changkyun sentado en el borde de mi cama, con sus codos apoyados en sus rodillas y sus manos cubriendo su rostro para que no le viese llorar, o mejor dicho, para que no viera en el desastre que se había convertido. Recordé en ese entonces cuando una vez al borde de las lágrimas le grité "Este no eres tú, y lo sabes", aquella fue una noche inolvidable, la primera vez que el llegó a mi puerta medicado hasta el alma; a lo que él soltó una risa psicótica y me respondió; "¿No es ese el objetivo?". Desde esa noche, el escenario volvió a repetirse una y otra vez, mientras yo veía una luz de esperanza para mí en él, Changkyun veía aquel refugio en las drogas.

Me encontraba hincado frente a él, sin pronunciar palabra alguna mientras miraba sus manos. Le había dado vueltas a este tema una y otra vez, esto siempre terminaba mal entre los dos, ¿Será que la tristeza de ambos nos está consumiendo lentamente? Si tuviese que describirnos, nuestra relación se podía representar con un cigarro y el fuego: Changkyun jugaba a quemarse, para mi quedaban las cenizas.

─¿Vas a decirme el por qué lo hiciste esta vez? ─mordí mi labio inferior, ya no lloraría más. Tenía que ser fuerte para él.

─No, no puedo decirte nada... ─retiró las manos de su rostro, acariciando mi cabello. Sus ojos estaban rojizos e hinchados, quizás por las drogas, quizás por tanto llorar. ─...soy un maldito desastre.

Tomé sus manos entre las mías, en un gesto desesperado por reconfortarlo con acciones y no con las palabras que se atascaron a mitad de mi garganta y jamás salieron.

─...Pero puedo seguir siendo todo lo que tu quieras. ─sentenció, acortando la distancia entre nuestros rostros. ─Pero no lo que necesitas, especialmente cuando me has estado necesitando. ─no le presté demasiada atención y atrapé sus labios entre los míos, podía sentir como lágrimas comenzaron a caer por parte de ambos, mezclándose entre nuestro beso, haciéndolo un tanto salado a comparación de lo dulces que eran sus labios. Era un beso necesitado, desesperado. Ambos nos necesitábamos a niveles que nadie jamás podría entender, pero éramos demasiado torpes y orgullosos como para admitir algo que se respiraba en el aire.

─Kihyun yo─corté el beso con la intención de seguir hablando, más volví a besarle con la misma intensidad que al principio, poniendome de pie lentamente frente a él.

─Shh, no es necesario que digas algo, lo entiendo, entiendo todo Changkyun, incluso aquellas cosas que no sé y no necesito. ─sentí sus frías y débiles manos aferrarse a mi cintura, apoyando su cabeza en mi vientre. ─Yo estaré aquí para ti, siempre, siempre que me necesites para hacerte sentir bien. ─mis palabras eran más que sinceras en ese instante y sabía que no hacía falta explicar más, porque él podía leer mi alma a través de mis ojos.

No era por el sabor a marihuana impregnada en sus labios, porque quería besarlo en cada rincón de su ser, quería demostrarle que siempre estaría a su lado de alguna u otra forma y haría callar ─aunque fuese por un instante─ todas aquellas voces y demonios que le atormentaban y por más que el quisiera no le dejaban en paz. Porque sólo íbamos a ser nosotros esta noche.

La mayor parte del tiempo pensé que dando buenos consejos podría ayudarle, palabras de aliento, frases optimistas; sin embargo Changkyun no necesitaba oír lo que el mismo ya sabía. Fue ahí que comprendí que no necesitaba otra voz que le dijera lo que cualquiera podía, consejos tan pobres que incluso alguien externo a nosotros sería capaz de recitarle. Changkyun necesitaba sentirse apoyado, importante, especial, amado. Changkyun necesitaba olvidar.

─Sabes, dentro de toda esta mierda me haces realmente felíz. ─me sonrió, el ya lo había entendido todo, al igual que yo.

Jamás elegí querer a alguien como él, simplemente sucedió y cuando me di cuenta, era demasiado tarde para evitarlo. Es por eso, que estaba condenado.

─Solo cállate y vuelve a besarme.

Fue todo de Im Changkyun que me cautivó, él era mi droga y se había convertido en mi adicción.

Quizás ya no debía nadar hacia la superficie para intentar salvarnos a ambos, quizás estábamos destinados a hundirnos juntos y eso era más que perfecto para mí.

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espero que te haya gustado este pedacito de escrito y que hayas entendido más o menos de qué va. te quiero muchísimo, ya lo he dicho todo. felíz navidad, naegagma


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⏰ Última actualización: Dec 25, 2017 ⏰

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