Parte Única

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Inicio de ciclo en Marukawa Shoten, todos los presentes se encontraban tan frescos; como si estuviesen en unas vacaciones, pero en verdad era su lugar de trabajo.

Un calmado jefe de ventas oji y peli azul reposaba en una de las paredes de la sala de descanso con su típico cigarrillo en labios. Estuvo pensando seriamente en dejar de fumar; pero luego pensaba en lo relajado que se sentía cuando lo hacía, así que de eso se preocuparía otro día.

– Yokozawa –Una segunda persona se hizo presente en la sala, aparentemente haciendo lo que Yokozawa hizo al entrar; fumar un cigarrillo.

– Oh, Masamune. –El peli azul se giró hacia un lado para encontrarse con su "ex amante" en la sala.

Ellos ya habían arreglado su asunto, así que quedaron como amigos desde hace un tiempo, y sin rencores a decir verdad

– Qué bueno verte. Me preguntaba si después del trabajo vamos a beber a algún bar cerca. –Preguntó el pelinegro mientras tomaba una calada de su cigarrillo.

– Sí ¿Por qué no? No tengo nada que mejor hacer. –En realidad él pensaba en ir a la casa de los Kirishima y cuidar de la pequeña Hiyori si Zen llegase tarde. Pero recordó que en la mañana ella le había dicho que se iría a la casa de su abuela, así que no tenía de que preocuparse.

– Nunca tienes nada mejor que hacer, Yokozawa. –Éste tiro la colilla de cigarrillo ya terminado y se rio de su propio comentario.

– Se puede decir lo mismo de ti, Masamune.

Justamente cuando se encontraban lo suficientemente distraídos, cierto castaño pasaba por el área de descanso y al ver una cabellera azul no contuvo su curiosidad y miró por la pequeña ventana en la puerta al pasar.

– "¿Yokozawa?" –Pensó éste al ver a su amado oso gruñón conversando tan amenamente con su mejor amigo. Una mezcla de celos y rabia lo carcomió de inmediato cuando lo vio a él también, ambos riéndose tan alegremente; y cuando estaba dispuesto a darse a presencia de la manera más estruendosa, vio como ambos se dirigían a la puerta para ir a sus lugares de trabajo, y él también fue a su área rápidamente para que no lo descubran espiándolos. Pero alcanzó a escuchar el último dialogo del pelinegro hacia SU novio.

– Nos vemos en la salida, Yokozawa. –Eso fue suficiente para que su odio a Takano haya incrementado. ¿Qué quería decir con eso?, ¿Acaso pensaba robarle a su amor? Sea lo que sea no podía permitirlo. Terminaría su trabajo lo más rápido posible para ver que tramaban esos dos.

Después de una larga jornada de trabajo para toda Marukawa, el reloj marcaba las 9:40 pm. El editor en jefe de la revista Japun ya salía de su oficina dispuesto a seguir a su novio y a, como él lo llamaba, su rival de amores.

– Henmi, ¿Yokozawa ya se fue? –Primero que nada pregunto por él en su área de trabajo, obviamente le responderían sí o no, así que era mejor asegurarse que siguiese allí o no a que ir buscándolo como idiota por toda la ciudad cuando ni siquiera había salido.

– Oh, Kirishima-san. Lo siento pero Yokozawa-san ya se marchó. Pero no se preocupe, se fue acompañado de Takano-san ésta vez. Es muy peligroso andar caminando solo por la calle de noche, incluso para él. –Anunció despreocupadamente el pelinegro.

Si Henmi hubiese sabido que con haber utilizado a Yokozawa y a Takano en la misma oración la ira de Kirishima crecía a milésimas, se habría callado al instante.

Mientras tanto los amigos estaban en el Izakaya, conversando cosas sobre trabajo, hasta que a Takano se le ocurrió hacer la pregunta menos indicada.

Celos - KiriYokoWhere stories live. Discover now