Capítulo VI: Angelo Bianchi...

158 3 0
                                    

6:30 pm 

Sophia:

Esperando detrás del backstage, ya había comenzado el recital. En eso llega el coordinador.

-Ya te toca salir- dijo.

-Ok- dije.

Salgo a escena con el "lago de los cisnes" y luego "Cinderella", comienzo y siento nervios.

***************

20 minutos... 

Termino todo, yo estoy en mi camerino, estoy lista para irme, salgo del camerino rápido con mis cosas, distraída, no veía por donde caminaba, choco con una persona, se me caen mis cosas y yo también me caigo sentada. Vi que esa persona se voltea y es un hombre muy guapo.

-Perdona, por chocar contigo- dije.

Él se ofreció a ayudarme.

-No, perdóname tu a mi por ser un obstáculo en tu camino- dijo y yo técnicamente sonreí.

Extiende sus manos y yo la tomo, me levanto. Él solo me mira.

-Oye  ¿eres Sophia la bailarina?- pregunto.

-Si, soy yo- respondí.

-Es un placer conocerte, soy Angelo Bianchi- dijo.

Seguíamos agarrados de la mano. Quito la mano rápido porque parecíamos dos idiotas agarrados de la mano.

-Bueno, me voy- dije.

-Ok- dijo.

En eso recordé que mis cosas estaban en el piso, así que inclino para agarrarlas y observo que él hace lo mismo.

-Déjame ayudarte- dijo.

-No, tranquilo, yo lo puedo hacer- dije.

En eso voy a tomar mis zapatillas que se habían salido, al parecer él también lo hizo y nuestras manos se tocaron, fue una sensación muy incomoda y rara a la vez.

Quito rápidamente mi mano y Angelo me mira con esos ojos soñadores tan bellos. Contrólate Sophia. 

-Bueno, creo que tengo que irme- dije rompiendo el silencio incomodo.

-De acuerdo, adiós- se despidió.

-Bye- me despedí.

Yo me levanto y me alejo de él, en eso recordé que todavía estoy enamorada de Chris. 

¿Sera que de verdad estoy lista para una nueva relación? Que preguntas Sophia si lo acabas de conocer y mas nunca lo vas a ver. Salgo del teatro, extiendo mi brazo para tomar un taxi. 

Se detiene un auto enfrente de mi. Baja la ventanilla, ¿quien sera? De repente veo y...

-¡¿Lucca?!- grite.

-Disculpe, señorita, ¿la puedo llevar?- dijo imitando al acento del caballero.

-Claro, Sir Gianlucca- dije burlona.

-¿Adonde vas?- pregunto.

-Al hotel Vergilius Billia- respondí.

-De acuerdo, súbete- dijo.

Lo hice, Lucca emprendió en marcha.

-De verdad estoy agotada- dije.

-No eres la única, me duelen los brazos, oye ¿subiste de peso?- pregunto.

-¿Por qué? sabes que es malo preguntarle eso a una mujer- dije sonriendo.

-No lo que pasa es que estas mas pesada que la otra....¡ohhhhhhh! Si es verdad que estas embarazada, perdón lo olvide- dijo.

¡La Vida Después....De Ti! (Parte II, Mi Deseo Por Ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora