Día 1.

475 36 3
                                    

POV Bones...

Esto era demasiado, enserio. Es decir, aceptable el hecho de que en un planeta "X" algún ser nativo nos atacara o persiguiera; humanoide o no.

¿Pero también en la tierra? Esto era el colmo.

- Todos deben permanecer quietos - dice de manera pacífica el vulcano. - Si detecta algún movimiento, puede tomarlo de manera ofensiva y atacar.

- Claro Spock - le susurro - porque tu no eres el que tiene una boca llena de dientes filosos a escasos centímetros de tu rostro.

Bueno, tampoco yo.

- Hikaru - ahora dice Chekov, quien parece tratar de retener un ataque de pánico. - Hazle caso al señor Spock.

Sulu, quien había estado moviendo sus ojos de manera errática sobre su entorno para tratar de buscar una salida toma un lento y largo respiro. Y su mirada se topa con la del oso frente a sí.

Mala idea.

El animal nota que le sostiene la mirada y lo toma como desafío, elevándose sobre sus patas traseras le lanza un gruñido a Sulu, quien no lo resiste y grita de pavor, emprendiendo carrera siendo perseguido por el animal.

Todos reaccionamos al instante corriendo tras ellos.

- ¡Bones! - me llama Jim y le volteo a ver - Por el amor de Dios, dime que tienes un calmante o algo así.

Mis ojos se abren de sorpresa y saco de mi mochila (que siempre cargo conmigo) un sedante en hipospray.

Miramos de nuevo a la escena y notamos que Sulu se encontraba escalando un árbol.

- ¡Baje de allí! - le grita Spock - ¡El Ursus Americanus es excelente trepador!

- ¡¿Qué demonios?! - Se le notaba la desesperación a leguas. El oso empezaba a rodear el árbol buscando manera de subir. Nosotros estábamos escondidos tras una enorme piedra.

Sin previo aviso, Jim me arrebata el sedante de la mano y se para sobre la roca, llamando la atención de aquella fiera a nuestra posición.

- ¡Dijo que este estúpido oso negro sabe como ir a devorarte!

El animal le ruge a mi amigo y corre en nuestra dirección, olvidándose de Sulu.

Pavel, Scotty, Uhura y yo nos alejamos de allí a toda prisa. No contábamos con que Jim y Spock se quedaran a enfrentar a aquella bestia peluda.

- Chekov - le digo - ve por Sulu y junto con Uhura, vayan al transbordador. Quédense dentro.

El joven asiente y corre donde su amigo, quien terminaba de bajar del árbol.

Ruedo mis ojos con desesperación ante la emotiva y dramática escena de ambos chicos. Pavel se lanzó a los brazos de Sulu y éste le propinó un beso. Mientras Uhura les instaba a alejarse de allí lo mas pronto posible.

Vuelvo mi vista a la acción donde vaya, si que había acción.

Jim había subido al lomo del oso quien sabe como, mientras este perseguía a un escurridizo Spock.

- Hay que ayudar - me dice Scotty y asiento. Esta bestia nos esta dando muchos mas problemas que un animal alienígena. Pero se supone que iban a ser unas "bonitas vacaciones acampando en el bosque" y ninguno trajo un phaser, además, esta es una criatura protegida. Si le hacemos daño, nos encierran.

Ambos nos separamos y empezamos a llamar la atención del muy frenético oso que ahora parecía enojado por mas intrusos en su territorio. Si bien no enojado, contento por la visita de mas comida. Sus saltos tras el vulcano le hacían imposible a Jim la tarea de sujetarse y por consiguiente, adormecerlo.

¡Vacaciones!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora