Ir al colegio es algo obligatorio, entonces como siempre uno se levanta, se baña (quizá), se cambia, desayuna, toma su mochila y enrumba al colegio. Ahí todos tus compañeros de clases, amigos o no, existe un cariño, y eso se recuerda más aún si es tu último año. Todo es muy nostálgico, todos recuerdan, pero nadie vive. Están tan ocupados en recordar los momentos juntos que dejan de crear momentos para recordar.
O quizá no me doy cuenta.
Está bien, lo normal es decir : "empezaré este último año como se debe, con alegría, con ganas de hacer todo, de participar en todo, de vivir al máximo", esperemos que ahora sea verdad.
-Chicos, hoy en nuestro último primer día de clases, ¡hagamos nuestra última primera reunión del año! - grita una chica del salón, seguidos de gritos que apoyan la petición
Está bien, iré. Lo normal es que todos se emborrachen y yo este cuidando a mis amigos que están borrachos para que no hagan estupideces.
Las clases pasan tan lento y los recreos tan rápido, lo normal.
Los chismes corren y al final todo lo que se hablan es totalmente importante y a la vez no. Cuan importante es que tal chica se haya besado con tal chico, o que la chica dijo algo que no tiene ningún sentido pero que al final, a todos nos importa.
Lo normal es que las cosas sin importancia, sean importantes para nosotros.
Perdón, quise decir, que lo normal, es que las cosas que aparentan no ser importantes, tienen una gran importancia para nosotros.
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La exagerada vida de una adolescente
Подростковая литератураLas ideas saltan, los sentimientos igual, la vida de una chica es... complicada. Cada detalle anda en la mente, todos los pensamientos desorganizados pero a la vez cada uno en su lugar, el corazón se hace pasar por el cerebro y el cerebro desaparece...
