Entonces llegue a esa conclusión mientras el agua caía desde mi cabello hasta la punta de mis pies, sentía el movimiento de las gotas de agua a través de mi cuerpo, podía escuchar el vacío del espacio, toque mi pecho lenta y suavemente como si fuera un hermoso instrumento, cerré los ojos y pude ver el movimiento de mi alma, pude sentirlo, sentí como todo es parte de una gran conexión, como el latido de mi corazón alcanzaba el sonido de mi respiración. Somos parte de todo esto, somos parte de el movimiento, parte de la luz, del sonido latiente que hay en el universo, fuimos hechos por el universo y dentro tenemos una parte de el, fuera de lo que nos hace humanos, tenemos más maneras de fundir nos con el, con las estrellas, con el infinito que con la idea de ser humanos, somos una conexión latiente del todo.