Adiós, Papa, Adiós

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Me llamo Celeste tengo 8 años vivo con mis padres el se llama Jose y mi madre Juliana, estoy en el colegio y saco buenas notas, en mi vida todo es casi perfecto, me gusta estudiar pues aprender cosas nuevas es una de las cosas que mas me motivan a seguir viviendo, me gusta aprender sobre la vida de otras personas pues así aprendo a hacer mejor la mía.

Una tarde cuando venia del colegio al abrir la puerta de mi casa encontré a mi madre en el suelo , inconsciente echo que me hizo ir rápidamente a pedir ayuda a algún vecino, y muchos acudieron, se comunicaron con mi padre y con una ambulancia que la pudiera llevar al hospital, aunque a mi padre no le quedo otra opción que de dejarme con mis abuelos .

Lo que jamas se me hubiera pasado por la cabeza es que ese día, como cualquier otro, seria la ultima vez que viera esos ojos cuales me han mirado desde antes de yo nacer, que tocara esas manos que me han cuidado, protegido y resguardado de todo mal, pues ella no regreso mas a casa, regreso solo el al día siguiente envuelto en una tristeza que en ese momento no entendía, pero su cara reflejaba tanto dolor que solo al mirarme me explicaba que mama ya no estaba, que mama se había ido al cielo como decía el, que mama ya no volvería, la tristeza invadió mi casa mi barrio y a mi padre en especial, pero el tenia que ser fuerte aun le quedaba yo para seguir adelante, aunque me costaba mucho comprender yo sabia que tenia que estar a su lado y ayudarlo, aunque solo sea una niña.

Pasaron algunos años el recuerdo de mama siempre estaba presente, aunque mi padre evitaba hablar de ella, pues cada vez que lo hacia la tristeza que invadía su cara era tan grande que se encerraba en su habitación y lloraba, aunque siempre evitaba que yo me diera cuenta, las paredes eran finas pues así escuchaba sus lagrimas de dolor. Hasta que una noche me escondí en su habitación el pensó que estaba dormida, vi como se acostaba en la cama con la foto de mi madre y le hablaba como si ella siguiera con nosotros al ver eso decidiendo salir de mi escondite fui a él, lo abrace tan fuerte, pero tan fuerte y el a mi que pensé que nuestros huesos se partirían y al oído le dije: "Papa, Papa, no tengas miedo yo estaré contigo siempre".

Un día mientras jugaba con mis amigos una fiesta de carnaval, al entrar a casa con el cuerpo mojado, lleno de pintura y muy cansada, me sentí mareada, confusa y caí al suelo, no recuerdo nada hasta que abrí mis ojos despertando en el hospital, en principio nada gravé me dijo el medico, pero que me tendría que quedar unos días con el.

No podía hacer nada más pues quedarme con ellos, pero los días pasaron a ser meses, aun recuerdo cuando era carnaval y entre aquí, pues ya es navidad y aun no he podido volver. Pero bueno aquí también voy conociendo amigos nuevos cada domingo viene un payaso a jugar con nosotros, aquí no nos fijamos en nada, pues todos vamos igual vestidos nuestra bata y muchos vamos perdiendo el pelo, pero aquí nos da igual, aquí en lo único que nos fijamos es en nuestra cara de felicidad cuando uno de nosotros puede irse a casa, y le pedimos a los médicos que por favor no vuelva que se recupere junto a su familia.

Papa Noel, tampoco se olvida de nosotros se que vendrá en unos días a darnos regalos, pero para muchos el regalo mas bonito seria poder salir de aquí, aunque una muñeca para que me haga compañía por las noches, algunas de esas noches que nadie se queda en mi habitación conmigo tampoco estaría mal, espero verlo esta noche cuando lo deje en mi habitación, aunque le digo a mi papa-¿Como Papa Noel , entrara ha mi habitación si las ventanas tienen rejas y no se pueden abrir -El me contesta que el es mágico y puede con todo. No le he dicho nada a mi papa pero si el puede con todo en la carta le he pedido también que me cure y me mande pronto a casa, espero que pueda ya que el es mágico seguro que podrá.

Ya hace unos días que paso la navidad y tengo mi muñeca, pero parece que también a hecho caso a mi carta donde puse que quería volver a casa, posiblemente en unos días pueda volver, no se lo he dicho a nadie pues quiero que para mis amigos sea una sorpresa, y que se alegren al igual que yo, ya queda menos para volver a casa me siento fantástica, los dolores ya me dan igual solo quiero volver a casa y recuperarme con mis amigos y familia.

Acabo de despertar son las 2:45 de la mañana no me encuentro nada bien, me pregunto ¿Serán los nervios porque pronto me iré ?, la cabeza me da vueltas, me cuesta respirar, y mi padre no esta, la situación empeora y llamo a los médicos por los botones de mi cama. Inmediatamente acuden, siento que me acuestan en la cama, con una mascarilla de oxigeno en la boca, siento que puedo respirar mejor.

Perdí el conocimiento, hasta que abrí mis ojos y vi a mi Padre a mi lado, le dije que estaba así por los nervios de la vuelta a casa y esas cosas que no se preocupara que en casa estaría mejor, el no dijo nada pero su silencio era aterrador escondía algo que no quería que yo me enterase.

Esto de encontrarme así empezó a ser mas seguido, pero esta noche, esta noche siento algo dentro de mi que jamas sentí, eran ya las 6 am se podía ver la luz del sol en mi habitación y a mi padre a mi lado, intentaba disimular lo mal que me encontraba no quería preocuparle, pues el dormía tranquilamente, me levante y comencé a caminar por la habitación intentando calmar mi respiración agitada, pero mi padre despertó e inmediatamente acudió a los médicos los que rápidamente me atendieron, me llevaron a una habitación, donde le dijeron a mi Padre que me tuviera en brazos, solo escuchaba a lo lejos lo que le decían y sentía la mano de mi padre rozándome el pelo, esa mañana cada vez que cerraba los ojos mi Padre me despertaba, me sentía cansada, adolorida, no tenia fuerzas, sentía que me ponían inyecciones, me sacaban sangre pero yo ya no podía conmigo misma intentaba ser fuerte, pero los ojos se me cerraban.

Con la poca fuerza que me quedaba decidí hablarle a mi padre y pedirle una cosa. Quitándome la mascarilla de la cara y abriendo mis ojos con la poca fuerza que me quedaba le dije: Te prometí estar contigo para siempre, lo se, te prometí que nunca te dejaría solo , pero papá tu me has prometido desde muy pequeña que seria feliz, y aquí no soy feliz, por favor , por favor te lo pido, déjame cerrar mis ojos, déjame descansar, te aseguro que así estaré feliz.

Mientras mis ojos se cerraban, escuchaba las lagrimas de mi padre, sentía como cada vez el dolor y el ruido se alejaba mas de mi, ERA FELIZ.

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⏰ Last updated: Dec 26, 2017 ⏰

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Adiós Papa, AdiósWhere stories live. Discover now