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Capítulo 1

Amira.

Hoy era un buen día para salir a correr, el clima estaba perfecto. Eran casi las 10, no me pude levantar mas temprano, vaya que la fiesta de anoche estuvo increíble. Es una mentira lo que todos dicen, no se necesita el alcohol para divertirte. 

Tome mi celular y active el Calificador en mi brazo para salir a correr.

Les explicaré que es el Calificador. Hace unos años la gente empezó a comportarse mal entre si, hubo muchas guerras, peleas en la calle, y crean o no, esto provocó que la economía bajara;  ya nadie viajaba, nadie iba a restaurantes, lo único que se visitaba eran los super mercados. Esto fue hace unos 50 años. 15 años después el gobierno implementó un sistema llamado "La mejor calificación." Este sistema funciona así, cuando cumples 16 años, tus padres te tienen que registrar, no al nacer, en este momento te insertan un chip detrás de la cabeza, en la nuca. Este chip supone controlar al 50% tus emociones negativas. Además incluye el "Calificador", este es un dispositivo en la parte interior de tu brazo, es como una proyección, pero tienes que tenerlo siempre que sales de la casa. En el Calificador solo puedes hacer 2 cosas: calificar gente que interactúa contigo en el día diario o subir fotos para que tus amigos te califiquen sin verte en persona. Cuando cumples 16 años y pones en funcionamiento tu Calificador tienes un valor automático de 2.0, como aun tus padres son responsables de ti por 2 años mas no es necesario que tengas mas de 4 puntos, pero comenzando desde esa edad, tienes la oportunidad de subirlo lo mas que puedas para tener buena puntuación en un futuro.

Me fue bien en el camino. Al salir de mi casa tenia 3.567, vi a 2 personas, una de ellas me dio un 3.5, cosa que me hizo enojar un poco. Pero la otra chica me dio un 4, íbamos corriendo pero aun asi le grite un gracias amable y se los devolví. Cuando llegue tenia un 3.689. No es mucho en realidad pero asi es como avanzamos aquí, poco a poco, entre mejor impresión das mas rápido subes de calificación. 

Llegué a mi casa y tome una ducha rápida, me puse ropa cómoda ya que no tenia escuela ese dia y baje a almorzar algo.

-Tenemos que hablar- 

Di un pequeño brinco.

-Maldita sea, no me asustes asi. ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Te dejo entrar mi mamá?-

-No, creo que no esta en la casa, pero la puerta estaba abierta.

-Y no sabes donde esta mi...-Antes de que pudiera terminar la oración me interrumpió.

-Amira, tenemos que hablar.

-Mmm, esta bien, ¿sobre qué?

-Cumples 18 la próxima semana. Tu sabes que una vez que cumples los 18 todo va a cambiar para ti, como cambio para mi, sabes que todo es más complicado, tienes que buscar un trabajo estable, tienes que buscar una casa. No lo se, todo esto me hizo pensar demasiado sobre nosotros.

-Elias, de verdad, no tienes porque hacer esto, lo resolveré pero por favor no...- Sabía lo que iba a decir, no estaba preparada para terminar con el, todos estos cambios no iban a ayudarme para nada, en especial con mis 18 cada vez más cerca.

-Amira, de verdad te amo, demasiado...- Mi corazón se rompió al ver como salían lagrimas de sus ojos.

Estaba pensando en algo que decir, tenia que hacer algo, no podíamos terminar después de 3 años de noviazgo. Tal vez si lo echo de la casa esto quede sin resolverse y no corte conmigo, algo tengo que hacer.

La situación se puso 10 veces más confusa. No se porque se esta hincando.

-Amira.- Oh por supuesto, como no lo pensé antes, maldita sea. -¿Te quieres casar conmigo?