A TaekWoon le gustaba mucho pasar sus recesos en el jardín trasero de la escuela porque ese lugar es tan poco transitado que le permite gozar de la tranquilidad que tanto disfruta acompañado de un café late caliente o frío según el clima. Además de que es un amante de las flores y de su belleza, era un apasionado de ellas, incluso las conocía a cada una de sus favoritas por su nombre científico, origen y todos los datos que pudiera conocer.
Soñaba con ser un biólogo y trabajar en algún jardín botánico.
Su fascinación por las flores estaba también en el que estas eran mensajeras. Obsequiar flores es una forma de comunicación, que puede expresar felicitaciones, declaraciones de amor, disculpas y muchas otras cosas más. Y sabiéndose a sí mismo alguien de pocas palabras, era un motivo más para amarlas.
En colores y formas las flores son hermosas.
No era un niño antisocial, en sus clases diarias se relacionaba bien con sus compañeros, era parte del equipo de fútbol y tenía a su buen amigo WonShik.
Pero desde que TaekWoon ingresó a la preparatoria, no encontraba un lugar mejor en donde pasar su tiempo libre que el jardín.
No se dio cuenta que desde hace un par de días alguien más lo acompañaba en el otro lado a varios metros de distancia, hasta que perturbó su tranquilidad.
TaekWoon escuchó insultos y provocaciones como presagio de una injusta pelea de tres contra uno.
Uno de los brabucones le tiró una patada al muchacho que se encontraba sentado antes en una banca, no había respondido y esto hacía molestar más al tipo con quien se notaba directamente era el problema.
El espectador silencioso, estaba debatiendo entre sí debería intervenir o no, como defensor de la justicia, no permitiría que eso ocurriera. Aunque temía por cómo podrían acabar las cosas, porque tanto el agredido como él mismo eran más pequeños en complexión que los otros.
Se sorprendió bastante cuando el tranquilo muchacho se puso de pie, notándose que era alto. No esquivó como tal los golpes que le propinaba su agresor, sino que usaba la fuerza de este en su contra.
Apenas le dio un par de veces con el puño cerrado en un costado y lo apresó con fuerza contra el suelo en una llave habilidosa.
Salió ileso de aquella pelea y ni siquiera tuvo que atacar a nadie.
TaekWoon casi quiso reírse del trío de estúpidos que no supieron que hacer, pero se contuvo. Su vista en seguida se dirigió al joven que acababa de marcharse, hasta que se perdió.
En los días venideros TaekWoon se vio acompañado por ese misterioso muchacho en sus recreos, en lados opuestos del jardín. Solo uno era consciente de la presencia del otro.
Episodios como el primero se presentaron más adelante y en todos ellos el atractivo joven resultaba vencedor. Estaba realmente impresionado y... ciertamente ya no era del todo por sus dotes marciales.
La primera vez TaekWoon quedó impresionado por su manera de defenderse pero después su mirada seguía siendo atraída casi por magnetismo a él hasta en los días que no había pleitos. Detallando cada parte que podía.
No pudo deshacerse del hábito de mirarle pese a que se prometió a sí mismo dejar de hacerlo. Pero ¿cómo podría ante el innegable hecho de que el tipo era guapo?
No podía ignorar esa piel blanca como nevada por el invierno con trocitos de primavera asomándose por todas partes, ni esa sonrisa de margaritas que nunca se dirigía a él y que anhelaba con todo su ser.
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In The Back Yard
FanfictionHongBin era como la primavera Y TaekWoon se enamoró de sus flores Aunque dseaba conocer sus raíces también. Se dice que la vida misma es una flor cuyo néctar es el amor y TaekWoon era un amante de las flores aún sabiendo que amar sin ser amado es...