capitulo unico.

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P.o.v. Louis.

Hace 4 años, un veintiocho de septiembre, cuando yo tenía 18 años, me encontraba con mucha hambre buscando que comer.....

Hace 4 años.

No entiendo cómo es que mi padre tuvo la capacidad de echarme de mi propia casa, ya se que él tenía problemas con el alcohol pero no le da derecho a tratarme mal.

Hace poco tiempo que estoy en la calle, ya hasta conseguí un lugar en un albergue cerca de donde me encuentro, ahí no me dan mucha comida y rara vez lo hacen, solo me dan las sobras pues hay muchas personas que viven donde yo y hay que alimentarlas a todas.

Trato de encontrar un lugar donde comer y a lo lejos logro divisar un tienda pequeña y se me ocurrió una grandiosa idea.

Camino hasta la tiendita que se llama "Jazmín" y al entrar me recibe una señora que aparenta tener no más de 60 años, tiene el pelo grisáceo y es un poco robusta.

- hola pequeño, que te trae por aquí? - me dice la dama, con voz dulce un poco fingida.

-uhm.. nada solo vengo a ver - le respondo un poco nervioso por lo que pienso hacer.

La señora no me quita la vista de encima y empiezo a pensar que es mejor ir a otro lugar, pero en eso entra un chico de cabello rizado color chocolate, un muy alto a decir verdad.

Es muy lindo.

- hola señora Patricia, me podría dar un emparedado de jamón y queso? - el chico le dice a la señora, que al parecer se llama Patricia.

- claro cariño, enseguida lo traigo- Patricia le contesta y se voltea para traer el pedido que le hizo el chico.

Mientras la viejita busca el emparedado, yo aprovecho para poner mi plan en marcha.

Voltea a los lados y con mucha delicadeza empiezo a acercarme a una caja de chicles rosados, pero al parecer hice demasiado ruido pues cierto rizado volteó a verme y al notar que intentaba agarrar uno de esos dulces de color me sonríe con picardía y agarra uno de esos chicles que tanto estaba deseando en esos momento, para guardarselo en su bolsillo yo sin más preámbulos escojo uno de los dulces y me lo escondo en la manga de mi camiseta.

- Aquí está tu emparedado cariño, son $35 - derrepente dice la dueña de la tienda acercándose hacia nosotros.

- tenga señora Patricia, muchas gracias por el emparedado - dice el chico sacando dinero de su bolsillo y entregándoselo a la mujer y sale del establecimiento.

- y tú pequeño? Que vas a querer? - me pregunta la señora Patricia.

- uhmm?....na-nada- digo yo con un poco de vergüenza.

-bueno, ten, toma esto - me entrega unas monedas - tal vez te sirva en algún momento-

- Gra-gracias señora, mu-muchas gracias - agarro las monedas y recuerdo el chicle que me había guardado - se-señora, le puedo decir algo? - saco el chicle que momentos atrás intentaba llevármelo sin pagar - hace 5 minutos intenté llevarme este du-dulce, pero se lo quiero entregar, yo no qui-quiero ser malo - digo y le entrego el chicle rosado a la mujer mayor.

- ohhh cariño, no importa, tomalo como un regalo - me dice con dulzura y me devuelve el chicle.

-Gracias, encerio mu-muchas gra-gracias - después de decir eso, salgo del establecimiento.

Al salir de esa pequeña tienda, logro divisar al chico rizado que anteriormente estaba conmigo y la mujer en la pequeña tiendita, sentado en una banco cerca del lugar.

CHICLES | Larry stylinson | one shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora