Confianza perdida

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La confianza, es una palabra muy usada en nuestro lenguaje, sea en niños/as, hombres o mujeres, frecuentemente la utilizamos para decir cosas como, yo confió en ti, tengo la confianza que todo saldrá bien, etc. Pero en cada ocasión que la decimos tenemos esa duda si en verdad todo saldrá bien o si en verdad puedo confiar en esa persona, es ahí el punto de reflexión en el cual debemos pensar, si en verdad tenemos esa confianza que decimos?, porque de que sirve decir algo para que los demás te lo crean si ni siquiera tú mismo te crees lo que hablas, para que los demás puedan confiar y creer en lo que dices debes aprender a confiar primero que nada en DIOS y luego en tus capacidades que con esfuerzo has desarrollado con la ayuda de tu creador, porque al aprender a confiar en una persona, en un proyecto o en ti mismo, la base principal es aprender primero que nada a confiar plenamente en DIOS.
La base para poder tener la seguridad que tenemos esa confianza que decimos,  es poder aprender a confiar en nuestro Padre Celestial ya que si no confías en quien te creo, como podrás decir que crees y confías en otra persona la cual es  como tú, que comete errores y falla, es por eso que tu confianza puede estar perdida, porque la base que la fundamenta, fortalece y respalda no es la que tienes en mente ni mucho menos en tu corazón, es ahí donde dudas de lo crees y dices, pero aprender a confiar en DIOS no es algo tan difícil ya que desde que tienes aliento de vida él te ha sostenido, cuidado, fortalecido y hasta ahora el jamás te ha fallado, porque a pesar que tu confianza en él se debilite, el día tras día te muestra que no importa cuánto dudes, él siempre te da hechos reales para que tu confianza en él se vaya fortaleciendo e incrementando.
No hay nada más satisfactorio que el saber que estas en las manos de un DIOS Poderoso el cual no falla, al que tú le puedes contar tus problemas y no los esparce con nadie, si tu confianza es solamente tu creador vas por un buen camino para saber en qué consiste la vida y cuál es tu propósito en ella.
Salmos 46:1 dice; DIOS es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Si él es todo eso en nuestras vidas porque mejor no dejamos todos nuestros problemas adversidades, tristezas y proyectos en sus manos con la certeza que él jamás nos fallara.

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