Miedo al miedo

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Una valasera en una iglesia abandonada, viernes 29 en algún lugar de Ecatepec, se escuchaba el martillo de las metralletas chocando con la cola fe la bala, cuando todo termino se levantan los sobrevivientes, alguien alto de buen ver, apoyando a sus compañeros a levantarse, sonriendo como si le alegrara el poder aun verlos, cuando ya estaban todos parados, lo rodean como si fuera el mas destacado, entre risa y risa después de una lucha por si vida algo comienza a pasar, el joven empieza a sudar, su piel se torna roja cono si estuviera hirviendo, comienza a ver a todos con miedo angustia, cono si no supiera que estaba pasando se levanta y sale corriendo de la iglesia.

Al día siguiente nos encontramos en la oficina de nuestro Dr. Dominic, cuando suena su telefono
—Buenos dias habla el Doctor Dominic, ¿en que le puedo ayudar?—
Como siempre tan amable el doctor, solo escucha
—Tu ayudaste a mi prima, lo que tenia no era normal, necesito tu ayuda—
El doctor cambio la mirada y el tono de voz
—¿A donde me dirijo?—
Sin mas ni menos el doctor tomo rumbo asía la dirección que le dio el primo de aquella chica, tomo su libro de cuero negro con un diceño de cadenas con velas y un frasco, cuando iba saliendo de su consultorio, volteo para cerrar la puerta, y escucho una voz familiar para el,
—espero que ese libro te ayude exorcista—
Con un tono furioso, y de indignación
—no soy un exorcista soy un psicologo—
Volteo rápidamente con la intención de dar un fuerte golpe, pero sorprendido no había nadie atrás de el, solo se escucho en su mente una risa burlona, agito un poco la cabeza y se dijo a si mismo —no puedo perder el tiempo a si, tengo que hacer algo con ese esbirro...— sin mas que espera se dirigió asía la estación de camiones que lo dejaría en su destino cuando escucha esa voz nuevamente
—y dime ¿tu a que le tienes miedo?—
A lo que el doctor contesta en voz calmada
—a no poder golpea a una sanguijuela como tu cuando me molestan —
Se escucha una risa simplona
—crei que nunca volverías hablar conmigo —
La voz un poco confundida a lo que el doctor responde alterado
— ¡no te necesito nunca mas! —
La gente al rededor susurrando al fondo mirándolo, como si estuviera loco, la voz le vuelve a preguntar
—¿a que le tienes miedo?—
El doctor asustado y arrodillado en el suelo, respira cierra los ojos y en su mente fórmula la oración
—a perder el control — se levanta y su mirada cambia, sus ojos reflejan un vacío que al verlo provoca frío y miedo al mismo tiempo
—¿y tu, a que le tienes miedo demonio?— se incorpora, y pronuncia esas palabras sin titubear, con una voz fría y solitaria, seca y terrorífica, esa voz solo se ríe en un tono simplón y le dice entre risas
—jajaja, a ti— el doctor sigue su trayecto y esa voz desaparece.

Al cabo de unas horas el doctor sigue con esos ojos fríos sin alma, llega a su destino dos hombres lo reciben apuntándole con unas armas
—soy el exorcista, dejenme pasar—
Los hombre comenzaron a temblar cuando escucharon esas palabras, uno cayo de un senton y el otro solo Sr aparto, el doctor asintió con la cabeza y sigui su camino, paso por cuartos llenos de drogas, hierba, armas, y una sala de tortura, cuando llego a su destino abrió la puerta el aire entro y apago las velas de dentro, la luz de fuera solo mostraba un cuerpo sin rostro, sus ojos parecían brillar al ver la persona en contra luz
—mi nombre es Dominic, donde esta el demonio— la madre temblando apunta al doctor con miedo.
El doctor tomo su libro, lo abrió como si supiera que pagina iba a ver, levanto la mirada al que estaba acostado
—¡muestrate!—
Furioso el doctor le grito, el hombre asustado comenzó a cambiar de tono de piel a uno tono rojizo como si estuviera hirviendo, comenzó a desprender vapor como si algo lo quemara, comenzó a salir un vapor intenso de sus ojos y boca, el doctor tomo el arma de la persona que estaba a un lado y le apunto con ella, disparo sin miedo, a lo cual la otra persona reacciono a girarse bruscamente callendo de la cama, se incorpora lentamente en el suelo asta ponerse de pie y aun desprendiendo vapor, volteo de una manera lenta y tranquila con los jos cerrados
—¿el poseído?, que sorpresa no me lo esperaba—
En un tono burlón cuando tenia frente a frente al exorcista abrio los ojos, color rojo como si desprendieran fuego
—no creí que fuera tan peligroso como para que actuará tan desesperadamente doctor—
Hablo el demonio con una voz firme y clara
—no creí que alguien como tu tuviera que entrar a una persona para hacerse notar—
En un tono provocativo el doctor responde a sus burlas.
Después de verse un par de minutos comenzó el primer movimiento del demonio, avanzó tan rápido que nadie pudo verlo, se posisiono debajo de el exorcista lo vio a los ojo pero noto la furia que emanaban, retrocedió antes de dar un golpe mortal al pecho, asustado el demonio y sorprendido hubo algo que lo huso salir de la persona que poseía, un demonio color guinda con cuernos punta arriba en las cuales terminaban en fuego.
—Dime demonio, ¿a que le tienes miedo?— el doctor con un tono siniestro y espeluznante, el demonio asustado volteo a ver a las personas que tenia al rededor para ver a quien poseer, ya era tarde el exorcista estaba tras de el con sus cadenas en los puños, golpeándolo con fuerza a un costado saco un frasco de su bolsillo, con voz firme
—entra al frasco antes de que te lastime de verdad—
Un silencio invadió el cuarto, solo se escuchaba las llamas de los cuernos Dr aquel demonio, el demonio sonrió y asintió con la cabeza
—entrare a tu frasco pero no sabes el poder que desataras— el exorcista riendo con una mirada oscura
—o claro que lo se —
Lo golpeo en la cara por ultima ves y lo hizo decencia de color guinda, lo coloco en el frasco y dio media vuelta, tomo su libro y se dirigió a la puerta
—mi trabajo esta hecho—
El exorcista se fue sin mas que decir.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2018 ⏰

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