En breve, oirás un ruido sordo y hueco. Será en la puerta principal, la que nadie utiliza. Cuando golpee
el suelo, producirá un leve traqueteo en las bisagras porque es algo muy importante y pesado, un
ligero sonido discordante unido al ruido sordo, y Joan levantará la vista de lo que quiera que esté
cocinando. Mirará la cacerola, preocupada porque si acude a ver de qué se trata, podría desbordarse.
Imagino su ceño fruncido reflejado en la salsa burbujeante o lo que sea. Pero irá, irá y mirará. Tú no,
Ed. Tú no acudirás. Probablemente te encuentres en el piso de arriba, sudoroso y solo. Deberías estar
duchándote, pero estarás tumbado en la cama con el corazón destrozado, o eso espero, así que será tu
hermana, Joan, quien abrirá, aunque el golpe sordo sea para ti. Tú ni siquiera sabrás ni oirás lo que han
tirado a tu puerta. Ni siquiera sabrás por qué ha sucedido.
Es un día hermoso, soleado y todo eso. De esos en los que piensas que todo saldrá bien, etcétera. No
es el día adecuado para esto, no para nosotros, que estuvimos saliendo cuando llovía, entre el 5 de
octubre y el 12 de noviembre. Pero ahora estamos en diciembre, el cielo está radiante y lo tengo claro.
Te voy a explicar por qué rompimos, Ed. Te voy a contar en esta carta toda la verdad de por qué
sucedió. Y la maldita verdad es que te quise demasiado.
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Y Por Eso Rompimos
RandomQue pasaría , si la persona que amas es la misma a la que le arruinastes la vida?.