PARTE ÚNICA

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Me llamo Alejandro y el cáncer me esta consumiendo totalmente, estoy pérdidamente enamorado de mi mejor amiga pero nunca he tenido el valor para decirle lo que sentía por ella, soy un fracaso total...

Me encantaría poder decirle que la amo, pero ahora ya no me quedan fuerzas, siento que poco a poco mis fuerzas se van acabando.

Mi mamá esta a mi lado, no deja de llorar, eso me rompe el corazón, y Ana ni se digna a pararse por aquí. La entiendo, a mi tampoco me gustaría verla aquí, pero la necesito aquí a mi lado; quisiera verla otra vez.

-Mamá- mi voz se escucha tan baja y débil que no pudo escucharme -Mamá- dije con un poco mas de la poca fuerza que aun me queda.

Ella, al escuchar mi voz, se limpia rápidamente las lágrimas, tratando de que yo no las vea... pero aun así yo las pude ver - ¿Necesitas algo, mi niño?- preguntó con voz quebradiza... Voz que nunca pensé oírla salir de sus labios...

-¿Me podrías pasar una hoja y una pluma?- pedí con un poco de esfuerzo y le sonreí, tratando de mostrarle a mi mamá alegría y energía, ella buscó, aunque un poco dudosa de lo que le había pedido y me lo entregó, una hoja de cuaderno junto con una pluma que había sacado de su bolso.

Le di las gracias y empecé a escribir, con las pocas fuerzas que me quedaban, cada vez sentía que tenía menos fuerza, era tan poca que, apoyar el lápiz era para mi una tarea casi imposible, estaba dando todo de mi, aunque yo sentia que en poco tiempo iba a llegar mi hora. Se que mi mamá estará destrozada pero ya no puedo más...

Mis ojos entrecerrados se llenaron de lágrimas cuando terminé la carta, y le pedí a mi mamá que se la entregara a Ana.
Mi madre con toda la tristeza del mundo tomó la carta, pronto la metió en su bolsa y presto su atención a mi.

-Mamá, una ultima cosa- hable con dificultad -Prometeme que serás feliz pase lo que pase- Sonreí.

-No puedo prometer eso, hijo- lloró un poco -Es imposible que tu me pidas eso-

-Mamá, no te estoy pidiendo nada del otro mundo, sólo quiero que seas feliz- lloré.

-Esta bien, hijo, te lo prometo- lloró pero yo Sonreí.

Sentí que mi cuerpo se empezó a relajar y sentí que por fin iba a descansar, después de tanto esfuerzo. Mi mamá empezó a llorar desconsoladamente; con la mínima fuerza que aun tenia, traté de agarrar su mano, cuando lo logre, la apreté.
-Te amo mamá, cuidate y se feliz, te lo mereces- Sonreí y estuve a punto de cerrar mis ojos cuando vi a Ana entrar por la puerta; los deje abiertos un poco mas, tan solo unos segundos...

Lo último que pude ver, fue a mamá entregándole mi carta a Ana mientras lloraba, Ana me miró por un corto tiempo y bajó la mirada a la carta.

Mi mamá y Ana se encontraban en un llanto tan inconsolable, que haría llorar hasta el hombre mas fuerte. A ese punto yo ya no podía escuchar nada.

Mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente.
En mi mente pensé...

Por fin, puedo descansar...

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2017 ⏰

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