-Yo le doy un ocho -soltó Amanda mientras miraba el trasero del sexy mesero que nos había atendido, para después darle un trago a su café capuchino.
-Pues, yo le daría un ocho punto cinco -dije dándole un mordisco a mi deliciosa galleta Grandma.
-¿Y tu Lucy? -preguntó Amanda a la castaña a mi lado, que se encontraba metida en su celular, por lo cual no tuvo respuesta alguna.
-Lucy...- la llamé ahora yo- ¡LUCY! -grité y volteo a verme, así como la mayoría de las personas que se encontraban en el fabuloso Café de Tonys.
-¿Qué pasa? - me preguntó una confundida Lucy Anderson.
-Sexy mesero, calificación para su trasero, eso pasa -solté como respuesta.
-¿Y qué mesero es? -preguntó ahora a la del capuchino.
-Ese -contestó apuntándolo sin disimulación alguna, clásico de Amanda Williams.
-Ah... Un ocho punto cinco -contestó Lucy después de ver el trasero del muchacho, volviendo al ridículo aparato electrónico.
-Eso mismo dije yo, pienso que se miraría más si el pantalón fuera más pegado -dije para luego darle un trago a mi chocolate caliente.
-Concuerdo contigo, hermana -dijo Amanda levantando su café, como un brindis, para luego tomar de él.
-También pienso que la música de aquí es más vieja que mi tatarabuela y te puedo asegurar que ella conoció y convivió con los dinosaurios -solté, causando una leve risa en Amanda.
-De nuevo, concuerdo contigo -dijo dándome una sonrisa y luego dirigir su mirada de nuevo al sexy mesero.
-¿Le pediras su número? -le pregunté pícara.
-Puff, claro que no Sam -me contestó mirándome sarcásticamente ofendida- yo le daré el mio -me dijo guiñandome un ojo, para luego sentarse rectamente y darle un último trago a su café.
-Ya entiendo -dije riendo un poco al comprender sus intenciones- el truco de la propina, ¿cierto? -le pregunté.
-Exacto, vaya Sam, me sorprendes -me dijo.
-Si bueno, tengo mis momentos, nena - solté para luego darle un trago a mi chocolate.
-Y vaya que los tienes, cariño -dijo y luego miro a la persona del celular- Lucy, no has tocado siquiera tu café -ésta alzo su mirada a mi y a Amanda.
-Y tampoco estas en la conversación, Lucia -dije ahora yo.
-Lo siento chicas, pero la señora Pattison me envió unos archivos que debo checar -dijo desesperada.
-¿Y esa señora qué? -pregunté.
-Es mi nueva jefa, Sam, ya habíamos pasado por todo esto -me contestó Lucy fastidiada, si en efecto había olvidado que ella había conseguido un trabajo.
-Oh cierto, si ya tranquila ya recordé lo de tu nuevo trabajo, solo termina todo de una vez para que podamos salir de aquí y disfrutar alegremente de nuestra salida -dije dejandome caer en el respaldo de la silla.
-Si, eso haré ya casi termino todo esto -dijo Lucy y por primera vez desde que el vaso con el café sin azúcar y poca leche llego a la mesa, pudo darle un trago.
-Bien -contesté y la castaña siguió de nuevo con lo suyo en el teléfono celular- Amanda -la llamé.
-¿Qué pasa? -me preguntó mirándome.
-¿Crees que debería de cortar mi cabello?-le pregunté tomando un mechon de mi cabello y estirandolo, dejando ver que tan largo esta.
-Mmmm...-me observó unos segundos- ¿tienes puntas maltratadas? -me preguntó.
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Te Enamorarás De Mi, Bieber.
FanfictionNo vine a secuestrarte, solo vine a decirte que... Te enamorarás de mi, Bieber.