Casualidad o Destino

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Ella iba caminando sola por los campos pensando "Dios que complicado es esto", se preguntaba así misma cuales eran los detalles de su traición...
Ella era una guardiana, legendaria hija de los nacidos directos del cristal, una familia real extinta que murió protegiendo el gran cristal en la guerra mágica que hubo con los seres humanos, secreto que había descubierto gracias a Leiftan cuando revelo los detalles de su traición y el odio profundo que tenía contra los habitantes de Eldarya..., Leiftan era un ángel, un ángel que se había roto con tanta perdida, con tanto dolor mal enfocado, con heridas que su pobre y en aquel entonces noble corazón no pudo sanar...., ella sabía que Leiftan era ese ángel que deseaba ser salvado y que ella quería salvar..

FLASH BACK

Sentada en su habitación lloraba desconsolada, lagrimas que derramaba por amor, un amor que no podía entregar más, se encontraba sola en esa habitación recordando todos aquellos seres para los cuales ella era un ser amado, un ser valioso, sus lágrimas corrían desbordantes por sus mejillas, grandes lagrimas color cristal derramaban sus ojos, su pecho subía y bajaba al ritmo de aquellos grandes y atragantados sollozos, su corazón roto cada vez comenzaba a sentirse más vacío...
En unos largos e inquebrantables minutos escucho sordos toques, golpes en su puerta, insistentes, no sabía desde cuando los oía pero no le apetecía en ese momento ser molestada, deseaba poder tocar fondo con sus lágrimas, se sentía "bien" hundida en la depresión que su corazón azoraba en ese momento, pero fue tanta la insistencia de esos golpes en su puerta que no sabía que le fastidiaba más, el sonido de los mismos o ser molestada.
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Cuando noto que la puerta se abría lentamente; a él le parecían eternos los segundos, parecía que la puerta se abría con el sentido más lento que pudiera existir, un ambiente pesado y azaroso azoto a su cuerpo, al levantar su rostro después de notar aquel cabello castaño asomar por el pobre espacio de luz fue entonces cuando sus ojos se vieron descubiertos siendo estudiados por aquellos penetrantes y húmedos ojos violetas, aquellos que al ver los suyos dejaron notar como su anillo limbal se volvía en un destello casi imperceptible dorado, fue entonces cuando lo descubrió...
Sus pensamientos comenzaron a bombardearlo con preguntas, curiosidades, inquietudes, fascinación, se vio obligado de pronto a poner demasiada concentración a sus movimientos, a sus pasos, a sus palabras, a cada actividad que reflejara u hiciera su cuerpo.
-Hola – Dijo el con una pequeña sonrisa en sus labios, algo que parecía dibujado en un rostro de porcelana, algo bonito pero irreal.
-Hola – contesto ella con una voz demasiado pastosa, el no creía que de su garganta pudiera salir aquella monstruosa voz.
-¿Puedo pasar? – Le preguntó.
-¿Qué necesitas? – Pregunto ella de la manera más descortés que pudo, no estaba preparada para recibir a nadie, no se encontraba en condiciones en la cual su mente le indicara los protocolos de la educación.
-Pasar – Contesto el con su voz amable pero ya no había sonrisa en sus labios, en su lugar se encontraban unos labios serios – Necesito una charla contigo, ¿puedo? – Insistió para pasar.
Ella sin poderse negar abrió más la puerta de su recamara invitándole a pasar – Pasa – Le ofreció.
El paso a su habitación, se paró frente a ella, le miro, escruto su figura y sus ojos; entonces decidió tomar una de sus manos, la observo y entrelazo sus dedos con los de ella y nuevamente observo su limbal bailar en un destello dorado esta vez un poco más perceptible, más duradero que el anterior y la llevo consigo a sentarse sobre su cama.
-Tienes que entender mis motivos – Le dijo el – No puedo lamentar lo que hice.
-No puedo entenderlo – Le contesto ella con dolor en su voz – Quebrantaste mi fe, rompiste las reglas, destruiste y lastimaste a personas que confiaban en ti, Valkyon, Miiko, Ezarel, Nevra, Alajea, Ewelein, Jamon por no decir más.... – Le miro – Rompiste mi corazón.
Sus ojos se encontraron, los de ella reflejaban sincera desilusión, decepción y una muy profunda herida y los suyos.... Los suyos...  AMOR
Sus ojos demostraban un limbal dorado que le profesaba que él era ese Ángel para ella..
Sin importar cuál era el problema, cuál era la traición, sin importar lo que fuera en sus ojos existía la promesa de un amor profundo en su nombre, sin importar.. sus ojos reflejaban amor y dolor...
Fue entonces cuando Erika comprendió que no importaban los asuntos de Eldarya, no Importaban los asuntos del mundo humano... En su mente para ella esto era destino, el era su destino y para el, para el ella era solo casualidad... una casualidad que entre todo lo que pudiera existir ella fuera esa humana que había caído por una extraña causalidad en un círculo de zetas blancas...
-Dime Erika - Le preguntaba el - ¿Debo creer en el amor mientras luchó mi propia guerra? - La miró - ¿Puedo ser quien tú amas mientras luchas en mi contra? - Insistió.
-No lo sé Leiftan - Acarició su rostro sin poderse contener.
-Debo irme, la próxima vez que te encuentre será para enfrentar nuestra propia guerra Erika, prepárate porque no estoy dispuesto a retroceder - Amenazo
-La próxima vez que te vea Leiftan será porque tú madre, la luna decida traerte a mi - Confesó ella con lágrimas en sus ojos....
Después de una charla azarosa entre ambos..., la conversación termino..

FIN DEL FLASH BACK

No sabía cuánto tiempo llevaba caminando y mucho menos cuánto llevaba rememorando una, otra y otra vez aquella ultima conversación que había tenido con el, lo recordaba como si hubiera sido ayer a pesar de que ya habían pasado varias semanas desde lo sucedido, desde que habían atacado el cuartel general, desde que descubrió quien era el, quien era ella, desde que había descubierto que Chrom no era un chico inocente peliando un lado justo.., nada de eso importaba pues sabía que algo seguía mal..
La noche había caído, Erika sentía que no podía seguir caminando más y sin pensarlo más se dejó caer bajo la sombra que provocaba la luna bajo un frondoso cerezo.
Fue ahí una vez más donde decidió a sus ojos y a su alma el derecho de llorar con libertad, por fin estaba dispuesta a llorar por el, esta vez quería liberar todo aquello que su corazón guardaba.
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LEIFTAN

El daba como cada noche vueltas en la cama sin poder dormir, a su mente solo venían los sonidos de su dulce voz, su risa, sus bellos ojos.
Pero todos esos bellos recuerdos de ella quedaban manchados bajo el último recuerdo, unos ojos violetas envueltos en un limbal dorado que comenzaba a tragar sus iris violetas demostrando su verdadera naturaleza en una advertencia de dolor y peligro para el..
Todas las noches a partir de esa, a él le faltaba el sueño y como en tantas ocasiones anteriores fue a buscarla sin querer encontrarla.
Salió bajo la luz de la luna a caminar sin importar la dirección errante de sus pasos, después de horas caminando y sin más en su mente que la imagen de ella se encontró con aquella señorita que le atormentaba cada noche..
El se acercó hasta ella quien se encontraba con sus bellos ojos cerrados del cual solo quedaba el rastro de un camino mojado recorrido por sus mejillas.
El la miro y ella solo contesto con un suspiro...
Ambos se encontraban caminando en la misma dirección cada noche, ambos sin importar la dirección errónea que tomaban..., esta noche parecía que la luna conspiraba para abrazarlos...
El sin pensar más en los hechos se acercó definitivamente a ella, la levantó del suelo y le preguntó al oído - ¿Mi amor donde estabas? Durante todo este tiempo en el que te he buscado - Le dijo con una sonrisa sincera en sus ojos.
Ella sin pensar su respuesta le contesto - Lo siento es que estuve ocupada, aún que para serte sincera ahora no sé en qué.. - Le dijo sin mirarlo aún.
La noche sin pasar y la luna sin ceder parecía que conspiraba para darles un ambiente inolvidable.
Fue así como sin importar que ahora ambos estaban del lado contrario, ambos eran enemigos, el un Ángel traidor, ella una guardiana olvidando sus propósitos se unieron en un abrazo tan fuerte que ambos sentían sus cuerpos derretir en ese calor, sus corazones bailaban al ritmo de esa extraña melodía que tanto les parecía agradar.
Sin más testigos que la Luna se miran a los ojos y sin importar más nada que ellos mismos y aquel amor incontrolable que sus ojos profesaban se besaron....
Desde entonces cada noche dos enemigos se encontraban bajo un cerezo para convertirse en amantes bajo aquel brillo inigualable y el calor del ambiente azul que les profesaba esa noche, esa luna que guardaría sus secretos sellando su pasión...
Fue así que la Luna se dio a su tarea de iluminar el camino de ambos hasta la noche en la que se encontraron..., Ambos caminaban siempre en el mismo sentido y no hablo de la dirección errante de sus pasos..
El la miro y ella contesto con un suspiro..., humana y ángel dos enemigos que se convierten en amantes al compás de una extraña melodía que algunos llaman destino y otros prefieren llamar casualidad..

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