Llegará un momento en el que tus propios ojos perderán las ganas de vivir a color, por dentro ya no podrás con nada, todo está acabado, no querás continuar, tus ojos tampoco querán hacerlo, cada día perderás más el brillo de la vida, cuando eso ocurra tú también lo harás, el dolor irá aumentando cada vez más rápido, la rapidez con la cuál solías completar las cosas disminuirá tanto hasta no querer hacerlas , a continuación el color irá desapareciendo.
La gente del alrededor empezará a olvidarse de tí, poco a poco te irán ignorando para que tu falta de color no los contagie a ellos también como si fuera una enfermedad.
Sin embargo lo que ellos no saben es que acabarán como tú, simplemente que ellos están al borde, tú ya caíste.
Ellos están haciendo lo imposible para evitarlo o mínimo alargar el proceso, cada vez que ven que ese momento va a llegar se dan la vuelta o cambian de camino lo bordean con todo lo que pueden, porque saben que cuando llegue ese instante es como si la muerte los estuviera esperando en la siguiente esquina.
Tú para mi sorpresa fuiste bastante especial, cuando llegó tu momento de perder el color, fuiste avanzando sin miedo como si supieras que era lo mejor, yo estaba esperándote con los brazos abiertos a que llegases.
Lo que te hizo diferente a los demás es que cruzaste la calle queriendo evitarme, como si algo te hubiese desviado de tu final, pero ahora ya era demasiado tarde, una mísera pizca de color me queda por robarte sólo un poco más y estarás conmigo para siempre, cruzé la calle para recogerte pero me esquivaste y seguiste caminando.
Esto es demasiado extraño la primera vez que me ocurre, cuando perder el brillo venís a mí directamente, hacéis lo que yo quiero.
Durante vuestro camino recojo el brillo que vais dejando a vuestro paso, en el instante en el cual llegáis a tocarme, os recibo, os dolera a mí me alimentará pero después de que exprima todo el sufrimiento vuestros sueños, deseos, esperanzas, todo se acabará no quedará nada de ti todo el mundo te olvidará.
Pero tú fuiste diferente, el poco brillo que te quedaba, hizo que me bordeases, que siguieras tu camino, eso me estrañó más que otra cosa, pero me hizo sentir feliz y al mismo tiempo me enfadó, no eras como los otros eras el primero que se me escapaba, te tenía entre mis manos y te escurriste en mis dedos como agua pero al mismo tiempo las pocas fuerzas que te quedaban te salvaron de un horrible final.
Me intrigaste y descubriré que te hizo cambiar....
