A TRAVÉS DE TUS OJOS

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PRÓLOGO

Quiero dar los créditos correspondientes a Thomas Astruc y su equipo, por sus personajes y por las imágenes que son parte de la portada de esta historia. La imagen de Adrien pertenece al capítulo: Simon dice; la imagen de Marinette pertenece al capítulo: Princesa fragancia.

CAPÍTULO 1

La señora Agreste estaba sola en la casa, Gabriel Agreste tuvo que salir de la ciudad por negocios, y Adrien había ido a casa de Nino.

Ya de regreso en cuanto entro a la casa, sintió olor a humo, de pronto entró en pánico...

-¡¡¡MAMAAAÁ!!!

Comenzó a subir las escaleras corriendo, mientras llamaba a los bomberos desde su celular, empezó a recorrer las habitaciones buscándola con desesperación.

- MAMÁ, POR FAVOR ¿DÓNDE ESTÁS?

A lo lejos reconoció su voz, a medida que se acercaba empezó a sentir el calor de las llamas, las mismas se empezaban a asomar comenzando a tomar el pasillo. Ya en la última habitación, la puerta estaba cerrada, tocó el picaporte pero esté le quemó la mano...

- MAMÁ ¿ESTÁS AHÍ?

Tras la puerta podía oír su voz.

- Ahora voy, ya voy a ayudarte...

Ya se escuchaban las sirenas acercándose. Empezó a golpear la puerta con el hombro tratando de derribarla, pero esta se resistía; con todas sus fuerzas intento una vez más, la puerta por fin cedió ante su peso. Fue en ese momento las llamas lo rodearon, no pudo hacer más que proteger su rostro con sus brazos, cayó al suelo casi inconsciente... Todo se volvió negro...

Escucho pasos que corrían hacia él, sintió que una manta lo cubrió y que alguien lo levantó. Alcanzó a modular con un hilo de voz:

- Mamá...

Mientras señalaba hacia la nada... Después vacío...

Despertó días más tarde, en una cama que sentía que no era la suya, sus ojos se encontraban cubiertos, intento sacarse las vendas que los cubrían pero una mano lo detuvo.

- ¿Qué está pasando? ¿Mamá eres tú?

- No Adrien, por favor detente, te harás daño.

- ¿Nathalie?

- Sí, soy yo. Por favor debes tranquilizarte, déjame llamar a los médicos.

- ¿Dónde está mi madre? Por favor dímelo... - Dijo casi implorando.

- Por favor espera, voy a buscar a tu padre. - dijo mientras tenía sus manos en los hombros del muchacho.

Saber que su padre estaba cerca lo tranquilizó, por ahí estaba con su madre... Nathalie salió de la habitación, a los pocos minutos Adrien escucho como la puerta se abría y varias pisadas diferentes.

- ¿Quien está ahí?

Unas manos tomaron las suyas.

- Soy yo hijo, estoy aquí.

- Papá, ¿qué está pasando? ¿Por qué tengo esta venda cubriéndome los ojos? ¿Dónde está mamá?

Adrien sintió que lo abrazaban y correspondió al mismo. Sintió como unas lágrimas corrían por su espalda...

-¿Estas llorando papá?

Algo dentro suyo le dio las respuestas que buscaba.

- Mamá murió ¿No es cierto?

Sintió como ese abrazo se intensifico.

- Lo siento hijo, siento no haber estado allí para ustedes, es mi culpa...

- ¿De qué hablas? Yo estoy bien.

De pronto sintió que lo soltaron y unos pasos que se alejaban con rapidez.

- ¿Papá? - Dijo extendiendo los brazos, tratando de alcanzarlo.

- Debes tranquilizarte Adrien.

Esa voz no la conocía.

-¿Quién es usted?

- Soy tu doctor, me especializo en oftalmología, el incendio te afecto gravemente, tomara un tiempo para que te recuperes.

- ¿Qué quiere decirme? ¿Qué no puedo ver? ¿Qué estoy ciego? ¿Eso me está diciendo?

- Lo siento mucho, pero estamos trabajando en tu caso, primero debemos dejar que se curen tus heridas, para luego evaluar cómo vamos a ayudarte.

A partir de ahí Adrien se encerró en sí mismo, apenas si respondía a lo que le pedían los médicos, se sentía la persona más desdichada del mundo. El no haber podido ayudar a su madre, el perderla, esa espina se alojó en su corazón.

Adrien permaneció un par de semanas más en el hospital, mientras se curaban sus otras heridas.

- Adrien

- Si, Nathalie.

- Vinieron unos amigos a verte.

- No quiero ver a nadie, aunque es una ironía ya que no puedo ver... Diles que estoy durmiendo.

- Por favor no te encierres, eso no te va a ayudar.

- ¡¡¡NATHALIE, TE DIJE QUE NO QUIERO VER A NADIE!!! ¿ES QUE NO HE SIDO CLARO?

- Como quieras Adrien. - Había tristeza en su voz.

Cuando le dieron el alta volvieron a la mansión, está ya había sido restaurada. La habitación de Adrien no había sufrido daños, sus cosas permanecían en su lugar, así que se terminó de acomodar.

- ¿Necesitas algo más? Pregunto Nathalie.

- Si, ¿me podrías decir cuál fue el informe de los bomberos? ¿Cómo se inició el incendio?

Nathalie lo miro con tristeza, pero él no pudo notarlo.

- Fue a causa de unas velas, parece que una cayó sobre la alfombra y esta se prendió fuego, lo siento.

- Gracias. ¿Podrías dejarme solo ahora?

- Como gustes.

A tientas llego a la ventana y la abrió, necesitaba aire, se sentía ahogado... Quería gritar, pero la voz no le salía, sentía como un nudo en la garganta que no le permitía respirar.

Alguien golpeo a la puerta

- No quiero ver a nadie.

Volvieron a golpear a la puerta...

- ¡¡¡DIJE QUE NO QUIERO VER A NADIE... VAYASE!!!

Escucho como la puerta se abría y unos pasos, no reconocía esa pisada.

- ¿Quién es? ¿Quién está ahí?

CONTINUARÁ....

A TRAVÉS DE TUS OJOS (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora