Muchas personas sueñan lugares en los que jamás han estado, otras llegan a tener sueños con personas que nunca habían visto y según científicos dicen que el cerebro «no inventa caras».
Era un día sombrío y escalofriante yo me encontraba en mi dormitorio, antes de irme a dormir fuí a tomar agua como tengo acostumbrado hacer cada medianoche pero cuando mire por la ventana de mi sala, había una silueta de un hombre en mi jardín, se acercó e intento mirar por fuera de mi ventana.
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Yo, como la mayoría de personas me asusté, pensé que era un ladrón, así que fuí a por un cuchillo para poder protegerme de aquel hombre, me escondí en mi cocina y escuchaba como golpeaba la puerta del frente, tenía miedo, no sabía que hacer, hasta que escuche gritar mi nombre distorsionado.
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Me asusté aún más, porque aquel hombre, sabía mi nombre, Me puse a pensar rápidamente.
«¿Quién podría ser? Pero ¿Yo no había hecho daño a nadie?, ¿Por qué me quiere atacar?»
Mi mente estaba lleno de preguntas y de repente se apagaron las luces, ese hombre abrió la puerta, escuchaba sus pasos acercándose muy lentamente repitiendo estas palabras:
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Pero de pronto apareció a mi frente, me quede paralizado, mis brazos no se movían y mis piernas temblaban, hasta que oí la música que pone mi vecino cada mañana.
