Historias del destino

Capitulo 1: Locos entrenadores

"Persona hablando"

"(Pensamiento de la persona)"

"Demonio, Bijuu, Invocación, Ser sobrenatural hablando"

"(Demonio, Bijuu, Invocación, Ser sobrenatural pensando)"

"¡Naruto!"

"¡AHHHH!", De un susto Naruto cayo de la cama en un duro despertar, se sobo la cabeza por el dolor, se tallo los ojos para ver mejor y vio a Hiruzen para ver mejor y vio a Hiruzen mirándolo y con una gran sonrisa en su cara, "¡JIJI ¿QUE TE PASA?!", grito Naruto, el viejo no pudo aguantar la risa y estallo en carcajadas, "Sera mejor que te levantes de una vez Naruto, ¿No recuerdas tu entrenamiento?, te veo en el patio" termino de decir para encaminarse a la salida de la habitación, "P-Pe-Pero ni siquiera e desayunado", reclamo el rubio, "Entonces deberías aprender a levantarte más temprano Naruto, son las 11 de la mañana Naruto esperaba que te levantaras más temprano", le contesto divertido y se retiró del lugar.

No mucho tiempo después se podía observar en el patio a Hiruzen y a Naruto uno parado frente al otro listos para empezar el entrenamiento, "Bueno Naruto, necesitamos poner reglas", dijo el viejo con una cara seria, "Reglas, ¿Por qué?", se quejó el pequeño rubio, "Las reglas son necesarias Naruto, si quieres ser un buen niño necesitas disciplina, bien lo primero será que por la mañana tendrás que hacer veinticinco sentadillas, lagartijas y abdominales cada una, para eso tendrás que levantarte a las 6 de la mañana y si veo que te levantas a una hora mayor aumentaran diez cada cinco minutos, cuando termines pasaremos a entrenar taijutsu del pergamino que te di, durante una hora, para luego tratar con el control de chakra y por ultimo meditar durante media hora, ¿Alguna duda?", término de explicar el viejo.

En su lugar se puede observar a un Naruto blanco, con la mirada perdida y si tuviera la boca abierta se podría ver algo blanco saliendo de ella, "...Jiji va a matarme...", pensó resignado, "Tomare tu silencio como un no, ahora empieza, por esta vez perdonare que te hayas levantado así de tarde pero los siguientes días créeme que no será así", menciono un Hiruzen serio y esperando a que el rubio empezara su entrenamiento.

Rápidamente pasaron cinco meses, para Naruto fue lo que el describiría con sus propias palabras, un infierno, siempre lo que le mas le costaba fueron las mañanas donde los primeros días se la pasaba haciendo las series de ejercicios, al día siguiente de empezar el entrenamiento fueron las peores de todas... despertar a la una de la tarde fue una de las peores cosas que pudo haber hecho, pero viendo el lado bueno tomo una gran condición física para un niño de ocho años, lo que le permitió avanzar en el taijutsu aceleradamente, además que mejoraba bastante su control de chakra, ya habían enseñado a caminar en los árboles y estaban por empezar a enseñarle a caminar en el agua, y hablando de chakra, nunca se le olvidara la cara de Hiruzen al revisar el tamaño de su chakra dándose cuenta que tenía casi tanto chakra como un chunin, Hiruzen al principio creyó que se debía a un efecto secundario de la piedra de alma pero lo descarto rápidamente al darse cuenta que el chakra lo tenía de un color carmesí, las piedras de alma al ser absorbidas por el portador causan una serie de efectos secundarios como enfermedades, aumento de los sentidos, e incluso la muerte, pero no cambian el color del chakra, sería algo nuevo que eso pase, todo a espaldas de Naruto, para el viejo no tiene la edad para enterarse de la piedra...aun.

Pero no todo el tiempo entrenaba, el viejo Kage le dio libre los domingos para que descansara y se divirtiera, pero normalmente también lo veía entrenando lo cual se le hacía raro, un niño de su edad normalmente prefiere salir a jugar afuera o andar de vago, pero no iba a decirle nada, en este momento Naruto estaba terminando de meditar y Hiruzen se acercó a hablar con él.