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Abrí mis ojos y los cerré por instinto, estaba en una habitación muy blanca y la luz dañaba mis ojos. Los abrí de a poco con forme se adaptaban a la luz, mire alrededor, y vi a Will recostado en el sofá, dormido.

¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

No recuerdo mucho, solo que me tire... Van a matarme cuando me vean, Nat y Sharon seguro me asesinaran.

Me trate de sentar y un ronco quejido salió de mi garganta. La cual comenzó a picarme en señal de que estaba sedienta.

-Veo que ya despertaste - dijo una voz muy conocida.

Voltee hacia donde venía la voz y vi a Will, por su aspecto se ve que estaba dormido, muy dormido.

Me extendió un vaso de agua, el cual tome como si fuera gloria, por lo menos para mí ya seca garganta lo era.

-¿Sabes lo peligroso que fue? Estuve muy preocupado! Todos lo estuvimos.

-Lo lamento- dije en un susurro.

Y si lo lamentaba, estaba muy apenada de mi imprudente comportamiento, pude morir.

-No lo hagas de nuevo - dijo mirándome.

Levante la vista hacia él, estaba mirándome con esos ojos, sus hermosos ojos, y estaba preocupado, su rostro me lo decía todo.

Iba a decir algo pero personas me interrumpieron, todos entraron. Me regañaron, abrazaron, lloraron conmigo y al final me pidieron que pensara más en lo que hacía, a lo cual dije que si obviamente.





(...)



Hacía ya una semana que volvimos de cancun, y hace tres días Will me había pedido ser su novia, a lo cual acepte sin dudar. Me tenía loca por el así como el por mi.

Seguí mirando la televisión en los brazos de Will.

-¿En que estás pensando? - me hablo con voz ronca.

Amaba esa voz, se le ponía ronca cuando estaba excitado, con sueño o recién despertado.

-En nosotros.

-Me encanta como suena esa palabra en tus labios... aunque me encanta mucho mas cuando gimes, huy eso no se compara con nada.

Golpee ligeramente su pecho -Arruinas el momento romántico, idiota.

Ambos reímos y sin pensarlo me beso, nuestros labios se movían con sincronía, me perdí, en ese beso delicioso me estaba perdiendo.

Me senté a horcajadas sobre él y comencé a mover las caderas, el soltó un pequeño gruñido y apretó mi trasero, a lo que yo solté jadeos, solté varios jadeos con cada apretada en mi trasero. Me senté bien y me saque la blusa mirándolo, su mirada era de lujuria y deseo, y saber que yo hacía que eso pasara me encantaba.

Seguimos con nuestra sesión de besos y sin previo aviso ya estaba debajo de el en el sofá, nos deshicimos de la ropa que impedía nuestro tacto completo.

Se puso el condón y entro en mi lentamente, a lo que yo solté un gemido bajo y después de unos segundos apreté sus brazos en señal de que se moviera, comenzó de manera lenta y firme, yo solo gemía su nombre y jalaba ligeramente los cabellos de su nuca por el placer, sus embestidas eran embriagadoras y cada vez más rápidas y fuertes como mis gemidos. Que casi eran gritos.

Después de unos minutos ambos llegamos al orgasmo, en el cual sentí mis piernas temblar ligeramente, mi respiración era agitada, me relaje sobre el sofá y lo mire. Me miraba agitado, despeinado y con su sonrisa de "mira lo que te hago sentir".

-Mierda, en serio no me cansare de escucharte gemir y darnos placer.

Solté una risa, no sabia que nos depararía el futuro, solo se que si estamos juntos no habrá mal que no podamos superar, ambos somos los reyes del desastre... pero yo solía ser la reina de el desastre, ya no mas.

-Eres la reina de mi corazón- susurro ronco en mi oído.



















N/A: bueno, aquí termina, deje la escena hot al final, espero les gustara y muchas gracias por leer.

The Queen Where stories live. Discover now