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─Me gustas ─le decía el mayor.

─No puede ser, no...

El sonido de los pasos alejarse frente a tal rechazo... Eso era lo único que aún podía recordar con claridad en su mente. Su mejor amigo, su único amigo, era la única persona que tenía y ahora la había perdido.

La lluvia caía estrepitosamente creando un eco en la acera, el viento se arremolinaba alrededor y se podía percibir el olor a leña y humo en los alrededores. Felix se removía en su cama sin poder calmar su sueño. Los recuerdos aún lo atormentaban incesantemente y no planeaban dejarlo ir tan fácilmente.

Era un día como este, llovía y ambos muchachos caminaban por las calles de Seúl riendo. Recuerdos como ese eran los que anhelaba, pero que ya no volverían. Hoy en día lo único que recibía eran frías miradas que le mandaba el mayor, frías miradas que le partían el alma y le helaban el corazón. Él aún lo quería y sabía que él compartía ese sentimiento, o al menos eso esperaba. Ahora ya no le quedaba nada, nada ni nadie con quién estar.

Las sabanas se enredaban en su cuerpo, pero no hallaba forma en que pudiera estar cómodo. Se sacudía con cada trueno que sonaba estrepitosamente y extrañaba a mares tenerlo cerca de él. Desde que tenía memoria le había tenido miedo a los truenos y Changbin siempre había estado a su lado para calmarlo y decirle que todo estaba bien, pero ahora estaba sólo. Ni si quiera podía escuchar su voz, su suave voz que le acariciaba hasta cerrar los ojos y relajarse. Lo necesitaba... aún lo hacía después de todos esos meses de silencio.

Un trueno lo hizo saltar la cama y luego lluvia, ya nada más se podía escuchar. Su pecho subía y bajaba rápidamente intentando calmarse. Su frente estaba empapada de sudor, con el dorso de su mano lo secó y cuando se hubo calmado volvió a recostar su cuerpo en la cama. Intentó desenredarse las sábanas pero no hubo caso, no tenía paciencia, y terminó bufando y quedando más enredado de lo que ya estaba.

Sintió algo seco en su cara y se dió cuenta que había estado llorando en sueños. Escuchar la lluvia caer en la ciudad lo hacía sentirse más deprimido y no pudo evitar que nuevas lágrimas resbalaran por su rostro manchando su almohada. Frustrado se volteó a un lado, pero se arrepintió de inmediato al hacerlo. Allí en su mesita de noche se encontraban las fotos que se habían sacado ambos. Podía detallar cada una de las facciones que el mayor tenía, incluso si no lo estaba mirando. Recordaba de memoria esa mueca de disgusto que hacía cuando Felix lanzaba alguna broma, o aquellos comentarios sin sentimiento que le lanzaba como chiste Habían tenido discusiones de que lo dejara, pero no había caso, el mayor no podía evitarlo y ambos terminaban riendo porque Felix lo miraba totalmente molesto y Changbin comenzaba a actuar tierno para compensarlo. 

Una triste sonrisa se asomó en sus labios, la que fue eclipsada por aquel líquido salado que volvía a brotar de sus ya cansados ojos. Ya no había caso. Lo había perdido y para siempre. No entendía como podía ser tan importante para él. No había en su cabeza otro pensamiento que no fuera sobre él ahora. Tal vez, sin darse cuenta, también se sentía atraído. A lo mejor esa era la razón de que cuando tomaba su brazo al sentirse asustado un pequeño temblor lo hacía sacudirse levemente, o de que por cualquier detalle insignificante su estomago se sintiera raro y lo mirara tiernamente. Pero ahora el mayor se iba. Se alejaba cada vez más y no podía evitarlo, porque si quería hacer algo para remediarlo parecía que todo le salía al revés y terminaba alejándose aún más.

Changbin se mudaría ese mismo día y todo terminaría ahí. No, no podía permitirlo. Lo necesitaba demasiado.

"No puedo dejarte ir tan fácilmente, sería como un pecado".

Felix se había puesto de pie y desesperadamente revolvía en su closet sacando lo primero que encontraba, bajó las escaleras tropezándose en alguno que otro escalón y se encaminó corriendo hacia la entrada. Tomó los primero zapatos que encontró y se disponía a salir cuando escuchó una voz femenina llamándolo:

Crying ▶ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora