Parte única

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Pétalos manchados con sangre rodeaban al joven músico. Esto debía ser una maldición. La gente siempre decía que era hermoso el manifestar el amor de esta manera, pero esa gente debía estar loca, no sabían de lo que hablaban. Algo subía por su garganta provocándole un ardor. Un aciano con leves manchas de sangre salió de su boca, no era la primera en salir completa pero si la más grande.

No podía evitar toser sangre tras vomitar la flor, esto se estaba saliendo de control, no sabía que hacer al respecto o tal vez si lo sabía, pero el riesgo era enorme y no estaba seguro de tomarlo, además si había aguantado al menos 3 años, todo un reto para la gente con esta enfermedad, en especial considerando como gradualmente le costaba más respirar, seguro podría con otros más. Limpiando la sangre que salía de su boca se dirigió a la flor que ya hacía en el suelo.

Tomo la flor y la observo detenidamente. Hace tiempo su prima Rosa se obsesiono con el significado de las flores al tener una amiga con la misma enfermedad que él tenía en estos momentos.

— Gladolio significa me has llegado al corazón y aciano significa dos cosas, mi amor es puro y no me atrevo a confesarte mi amor. Pero eso no queda con ella porque.... — decía rosa mientras ojeaba su extensa investigación de flores. En ese entonces le parecía tonto que una flor pudiera decir algo como creía su prima, pero ahora, oh, ahora entendía que ella estaba en lo correcto.

El simple hecho de recordar porque tenía esta enfermedad lo hacía sentir tan débil al respecto y al mismo tiempo lleno de una rabia. Con su mano aplasto la flor y la aventó con fuerza a la pared, Si tan solo el genio sintiera algo por el esto no estaría pasando, pero de nuevo ¿Qué esperaba? No es como si pudiera competir con la pareja del mayor. Rubia e inteligente, agradable, ¡Era perfecta!

No sabía en qué momento había empezado a llorar pero sabía que esto acabaría mal si no hacía nada, una leve tos le anuncio que lo peor estaba por venir. Sus con sus manos sudando frio y sacudiéndose a la par de su desesperación tomo el teléfono y marco al culpable de esto, el cual no tardo en contestar.

— ¡Hey, Miguel! —Se podían escuchar una risas de fondo, demasiado conocidas como para confundirlas—, En estos momentos estoy muy ocupado ¿Te molestaría llamar mas tarde? — Antes de que Miguel pudiera contestar algo, Hiro contesto — ¿Si? Perfecto, adiós. —

Silencio.

Esta ocasión Miguel no se pudo contener, su garganta ardía, sentía una opresión en el pecho. Fue cuando entendió, ¿Acaso había llegado a la etapa final con tal de no olvidar a Hiro? ¿Enserio prefirió seguir con esta enfermedad con tal de no perder la habilidad de amar? ¡Esa habilidad le estaba lastimando también!, algo dentro de él le decía que valía la pena mientras que otra parte le gritaba tonto, aun así ¿Que caso tenia a estas alturas? Al menos vería a papá Héctor pronto.

No podía mantener la boca cerrada. Una cantidad increíble de flores yacían en el suelo, todas llenas de sangre.

— ¡Miguel! ¿Sera que tienes...— su prima rosa entro al cuarto sin embargo al ver el estado de su primo corrió hacia el —¡MIGUEL! — Fue lo último que escucho el nombrado antes de que todo se desvaneciera.

El ruido de gente a su alrededor lo hizo reaccionar, reconocía esas voces. Lentamente abrió los ojos tratando de acostumbrase a la luz del lugar. Toda su familia se encontraba a su alrededor, caras de angustia que cambiaron a alegría al verlo despierto

—Mi'jito nos diste un susto— dijo su abuela Elena moviendo a todos para poder abrazarlo y llenarlo de besos —Si tenías eso, nos debiste decir chamaco, ¡Casi te mueres! — A Miguel siempre le llamo la atención la facilidad con la que su abuela cambiaba de felicidad a ira tan rápido y esta no era la excepción.

—Perdóneme abuela, no vuelve a pasar. — dijo Miguel ganando una mirada triste tanto de su abuela como de sus padres.

—Lo se mi'jo, lo sé— en cuanto su abuela lo soltó, sus padres se acercaron a el — ¡A ver! Salgamos todos que abrumamos a Miguelito. — dijo abuela haciendo movimientos con las manos y sacando a la mayoría, siendo ella la última en salir.

—Miguelito. — dijo su mamá abrazándolo como anteriormente hizo su abuelo. — Ay mi'jito — pudo sentir unas gotas caer en el y una parte de él sabía por qué. Su papá también se unió al abrazo. Por unos segundos sintió paz.

—Ay Miguel, por unos minutos sentimos que te perdimos— dijo su papá aun abrazándolo. — Lo siento, no era mi intención, no quería que vieran algo como eso y.... no sé, ¿Creí que podía sobrellevarlo? — Tras decir esto solo recibió un abrazo más fuerte.

Después de pasar un breve rato con sus padres, estos salieron en cuanto el doctor entro con una enfermera. La enfermera estaba cargando un frasco lleno de acianos con sangre

—Como notaras, la operación fue un éxito, removimos todas las semillas de la enfermedad de tu pulmón— la enfermera coloco el frasco en una mesa cercana a la cama de Miguel. —. Sin embargo estoy obligado a decirte o bien recordarte el efecto secundario más grave de todos, como sabrás, al remover las flores también no llevamos tu posibilidad de amar, sé que no es justo pero es algo a pagar por seguir viviendo, lo vale ¿no crees? — El doctor esperaba que Miguel asintiera o algo por el estilo pero no recibió ninguna respuesta de él — considero que hace mejor la carga del olvido a esa persona, bueno, te dejo, tengo más pacientes por atender y por lo que se ve afuera, tienes mucha gente preocupada por ti, pero descuida, en una horas se te dará de alta. — sin decir más el doctor salió seguido de la enfermera.

Bueno...parece que había perdido la habilidad de amar, sabe que debería sentirse triste como su abuela Elena o sus padres, pero al ver el frasco él solo sentía tranquilidad.

La puerta se abrió repentinamente, permitiendo que un chico de cabellos negros alborotados entrara, parecía tener una cara de preocupación con una extraña mezcla de culpa. El chico que parecía ser mayor se acercó a él.

— ¡Oh, Miguel! Perdóname, no sabía por lo que estabas pasando y yo...— el chico miraba al suelo incapaz de verlo directamente a los ojos — ¡Dios!, tuvo que pasar esto para darme cuenta de que todo este tiempo me has gustado, sé que a ti te gustaba alguien más y se por lo que estás pasando ahora pero aun así tenía que decirlo— tras subir la cabeza, volteo a verlo directamente a los ojos dejando ver lágrimas en estos. El chico lo veía como si esperara alguna reacción por parte del músico, enojo, un reclamo, cualquier cosa después de todo había dejado a su mejor amigo sufrir una enfermedad a solas ignorando su llamado de auxilio.

Sin embargo, recibió una pregunta que no esperaba.

— ¿Te conozco? 

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⏰ Last updated: Dec 30, 2017 ⏰

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¿Te conozco?Where stories live. Discover now