Capítulo 4

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     Aquella clase fue realmente interesante a decir verdad, pues después de todo, física no es una materia muy difícil que se diga. Aunque sus pensamientos y expectativas lo invaden, Piter no cambia su curso y se dirige hacia el cruce, que es una intersección entre los pasillos más importantes del instituto. El que lleva al baño, el que conduce al segundo edificio, el que conduce al primer edificio y al gimnasio, el que lleva a la sala de viajes y el que conduce hacia la entrada.

Piter finalmente se encuentra con la intersección. Un lugar cuyo techo oscila entre un espacio cerrado y el aire libre, un lugar maravillosamente elegante que mezcla una ambientación similar al Romanticismo y con un toque del Anarquismo, está ornamentada con unas enormes columnas que se juntan en un techo alto. Es muy similar a una araña gigante que se posa sobre una plaza de forma hexagonal construida con paneles de mármol que la hacen similar a un ajedrez de marfil que se extiende por varios metros hacia las cuatro direcciones. Hay un jardín impecable que invade el espacio entre las columnas que se curvan hacia el techo, como intrusos que intentaron infiltrarse y se convirtieron en maleza y las flores bellas. Hay una iluminación que desciende desde lo más alto del techo y baña la habitación de mística, en una luz que fluye como0 olas en constante movimiento, como si se reflejase en la más fina de las neblinas. El techo es de madera de manzano con detalles de roble en las lámparas con forma de candelabro. Una ambientación clásica perfecta, una armonía del pasado que sólo es interrumpida por los cables que mantienen la habitación viva. La hermosura de esta habitación, este espacio libre, este punto de referencia y de escape hacia el pasado, pierde toda su esencia cuando las luces se apagan. Termina siendo un espacio muerto de colores pálidos y marrones opacos que bien ambientan el más melancólico de los funerales.

Está adornada por increíbles colgantes de máscaras llenas de escarcha, y algunos hilos que tienen triángulos de papel lustrillo de color rojo y amarillo colgando. Hay una enorme imagen adherida al suelo que tiene la forma de una flecha que apunta hacia dos direcciones: el pasillo del gimnasio y hacia la entrada principal.

La entrada principal está siendo usada como taquilla en la que los individuos que deseasen entrar, deben pasar por un registro previo muy minucioso y detallado. Buscan armas, drogas o alcohol. Pero en realidad es poco probable que alguien intente traer un arma con tal seguridad, que a pesar de no ser una compañía de seguridad profesional, tiene a los alumnos más altos y fuertes del instituto. El monstruo de McCrew es el jefe de seguridad, ese tipo es una bestia en el karate, es impresionante la facilidad que tiene para derribar a alguien más alto que el, lo cual ya de por sí es muy difícil. Ese sujeto es peligroso, un bruto.

Piter se encamina hacia el gimnasio del instituto en el que se ubica el dichoso festival de las máscaras, esperando que no sea su tercera decepción del día. Pero inmediatamente se ve envuelto en un aura espectral que lo rodea repentinamente, haciendo vibrar su estómago. Una ráfaga de sonido lo golpea haciendo que frene su marcha ligeramente acelerada haciéndolo tropezar un poco. Es música... música electrónica.

Esta música, aunque no es la favorita de Piter, es una buena señal, un excelente indicio. Esto significa que es más que probable que el festejo sea decente y que ir ahí realmente ha valido el tiempo. Esto es algo que motiva a Piter a seguir adelante in cambiar la dirección hacia el gimnasio, no hay tiempo para los tropiezos ni para los contratiempos, ¡Esto tengo que verlo!

La incertidumbre se incrementa con cada paso, una sensación de ansiedad mezclada con un ritmo cardíaco que tradujo su lenguaje en una carrera consigo mismo hacia el gimnasio, donde la gloria de una festividad todavía incierta lo espera pacientemente. Piter empieza a trotar hacia las puertas del gimnasio a través del pasillo que lo conecta con los salones del primer edificio y la línea recta hacia el gimnasio. Puede saborearse el ritmo de la música, un sonido Techno retro-noventero que hacia vibrar cualquier bocina. Una música minimalista de pocos elementos, con bajos trabajados y melodías con pocas capas que se desnudan al oído humano. Una colección de sonidos artificiales que sonaban naturales y orgánicos debido a su maravillosa composición.

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