Ojos Bicolor [Rooknite One Shot]

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De un rostro, casi siempre el rasgo más hermoso a destacar, son los ojos, esos víctimas del constante cliché, aquellos que pueden representar un sentimiento, que te hacen sentir que tienes un sexto sentido al descifrar el estado de aquel chico o chica, esa que hace que al ver a su rostro, puedas escribir un poema tan fácilmente como el fluir del agua, tan fácil como lo hago yo ahora mismo, viendo sonreír a aquel chacal, ese de los "Ojos Bicolor".

— Rookie.

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Porque el desamor no existe en un cuento de hadas, donde los sueños se cumplen y todos terminan con un empalagoso final feliz, pero que todos sabemos en el fondo que algo así, nunca pasó ni pasará, y aunque todo lo anterior es verdad, digamos que yo si conseguí mi ansiado final feliz.

Narra Infinite.

¿Quien dijo que el pasear por la orilla de un lago es tranquilizador? Solo me altera los nervios el lodo en los zapatos. — Sabía que esto era una mala idea.—

— Oh vamos, es mejor que estar encerrado en casa.— Dijo el lobo de pelaje rojo tirando una pequeña roca al lago, haciéndola rebotar unas cuantas veces.

— Al menos en casa no huele raro ni hay lodo por todos lados.— Solté las palabras viendo mi distorsionado reflejo en el lago.

— Chacal amargado.—

— Lobo hipster.—

Nos miramos con un tono de seriedad, para que después simplemente Rookie se empezará a reír.

— ¡Eres el señor poca diversión!— Dijo entre risas señalándome.

— ¿Y como se supone que me divierta eh?— Me Cruze de brazos y lo miré con una ceja levantada.

— ¡Así!— Mis reflejos no me respondieron cuando Rookie me empujó al lago.

— ¡¿Qué demo-. — No termine ni de gritar cuando el agua ahogo mis palabras.

Escuchaba desde abajo del agua al lobo reír como loco, y después de solo unos segundos, salí del agua, claro, completamente empapado.

—¿A esto le llamas diversión?— Temblaba, claramente estaba haciendo frío, aparte de que el agua estaba jodidamente helada.

Rookie solo asintió ante la pregunta, con una pequeña sonrisa.

— Ya veras, tendré mi vengan-. — Estornude, interrumpiendome a mi mismo, ¿Vaya que los virus trabajan rápido no?.

— Parece que te resfriaste.— Dijo no antes de soltar una risita de ternura.

— Demonios...— Veía como escurría el agua de mi nariz, luego simplemente volví a estornudar.

— Vamos a mi casa, supongo que es mi culpa que te resfriaras.— Río nervioso mientras alzaba los hombros, así se disculpe, igual va a tener su debida venganza.

— Está bien.— Estornude de nuevo.— Supongo.— Sería la primera vez que visito su dichosa casa.

— ¡Vamos entonces! — Empezó a caminar para salir del bosque en donde se encontraba el lago, moviendo con alegría su cola.