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Tenía unos minutos que había llegado al aula, incluso ya estaba sentado con mis cosas preparadas sobre la mesa la cual se situaba en la segunda antes de la última fila y la penúltima de la ventana, nadie mas se sentaba de este lado.
Me dispuse a leer un libro que me tenía muy entrado hasta que Sophia llegó a perturbar mi tranquilidad.

-Muy Buenos~ Días... Andy- me saludó haciendo énfasis en las primeras dos palabras, supongo que era un especie de coqueteo que ella me lanzaba como de costumbre.

La "señorita" era la alumna más popular en toda la escuela, ya se había hecho fama en ser... Digamos en tener muy buena experiencia acumulada en el acto sexual, se dice que sólo se acuesta con los chicos más guapos, tonificados o con que simplemente sean reconocidos, que eran igual de populares. Yo entro en ese grupo por el simple hecho de que siempre estoy en los primeros tres lugares del cuadro de honor,ademas de que las chicas extrañamente me encuentran atractivo sin contar que soy considerado el más caballeroso de la escuela.
Mentiría si les dijera que no me siento halagado al recibir los coqueteos de esta mujer y sus ganas de juntarnos sexualmente para luego presumirle a todo el instituto las cosas que hicimos... Más sin embargo.. no me interesa las chicas como ella.
Soy un fiel creyente del amor verdadero de algún modo, es algo embarazoso y nadie me tomaría enserio, así que no se lo he llegado a confiar a nadie a excepción de Nanna.

Cerré el libro y la dejé en la mesa para saludarla apropiadamente y prestarle atención, aunque profundamente... Deseaba que no hubiera venido a interrumpir mi lectura, que se largara en este instante.

-Buenos días, Sophi, ¿Que necesitas?- Le regale una sonrisa simple para alejar mi pensamiento grosero.

-Tu presencia en mi fiesta, está noche en mi casa, a las 8 en punto.- respondió con confianza mientras jugueteaba con uno de sus largos mechones rubios.

-Suena bien... Pero lamentablemente tendré que rechazar tu invitación.- Su coqueta sonrisa se torno a una mueca malhumorada.

-Ya que... Pero algún día te convencere de salir a echar desmadre y divertirte conmigo- sonreí tensamente al escuchar su atrevido lenguaje, realmente le da un aspecto tan vulgar al ser una mujer hablando asi.
Sin más se retiró, sin antes haberme guiñado el ojo.

Solté un suspiro de alivio al tener nuevamente mi espacio personal. Estaba a punto de retomar mi lectura cuando la puerta se abrió dejando ver al profesor, una mueca de inconformidad apareció en mi rostro... Bueno, tendrá que ser en otro momento.
El profesor parecía estar hablando con la directora junto con la presencia de un chico, aproximadamente 1.75 metros de altura.
Después de unos minutos, al fin había entrado el profesor.

-Buenos días chicos, ¿Cómo están?- la mayoría de la clase le respondió, incluyendome. Muy pocos saludamos de manera unisono mientras que el resto fue muy apagado y desordenado.

Dejo sus cosas en su escritorio y saco un gis para después hacer un ademán al chico nuevo en señal de que entrará.
Al entrar, honestamente no se le podía apartar la vista de encima, tanto su físico, peinado y vestimentas era... Muy peculiar, al menos para estar en esta escuela y a esta edad.
Como era de esperarse, las críticas y murmuros no se hicieron esperar.

Hasta donde el amor llegue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora