Esto era un niño que vivía en un reformatorio y oía voces, las voces solo le cantaban canciones, entonces el no le daba importancia, eso se repetía todas las noches, noche tras noche. Pero un día las voces no le cantaron y el se extraño, al día siguiente el niño estaba muy preocupado porque las voces le habian estado cantando todo el día, esa noche el niño oía ruidos y veía sombras por el pasillo del oscuro y tenebroso reformatorio. El niño se acostó pronto en la cama, cojió la manta y se tapó hasta arriba, el notaba como si alguien le tocara las piernas, de repente notó un fuerte golpe en la pierna, entonces, el niño se levantó sobresaltado y se miró la pierna y se dió cuenta de que llevaba un cuchillo clavado en la pierna, el niño se levantó y empeszó a correr como podía por el pasillo del reformatorio. Esa noche no se supo mas de el, pero al día siguiente se lo encontraron en medio del pasillo con cinco puñaladas y una cuerda atada al cuello que estaba enganchada al techo. Aún no se sabe quien le mató.