d-daddy?

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La piel lechosa de Yoongi tiembla bajo mi toque.

Se deshace en pequeños gemidos bajo mi mirada cuando mis labios rozan casi imperceptiblemente uno de sus pezones.

-H-hoseok- murmura mirándome.

Se da cuenta de que ha hecho algo mal cuando le miro negando con la cabeza, separándome de su pecho.

-D-daddy- se corrige a si mismo y suspira de alivio cuando vuelvo a bajar mis labios a su sensible piel del cuello, adornada con un choker.

-Dime, mi amor- susurro, acariciando cada parte de la piel de su cuello con la nariz hasta llegar a sus clavículas.

-Por favor- susurra entre gemidos, mientras yo muerdo y dejo pequeñas marcas en la piel de sus clavículas- te necesito ya.-dice frustrado, mirándome con muchísimo deseo.

Y para mi, cada cosa que él diga, es sagrada.

Deslizo mi toque por cada hebra de pelo que cubre su estómago, llegando hasta la cinta del pantalón deportivo, que cuelga de una manera perfecta de su cintura.

Mis labios, traviesos, juegan a rozar el bulto, ya notable de sus pantalones.

-Ah- suspira- daddy...¿puedo tocarte?- dice mirándome suplicante.

Asiendo, e inmediatamente noto como sus dedos se enredan con fuerza en mi pelo, sabe lo que se acerca.

Bajo la goma de los calzoncillos, habiendo bajado previamente sus pantalones, y mis labios acarician sutilmente su parte sensible, ganándome un quejido de su parte.

Mi lengua juguetea con la punta, sin quitar mi sonrisa.

-Por favor, por favor...- su cuerpo se retuerce en la cama, en impaciencia.

Suspiro y le miro a los ojos , besando sus labios cortamente, cosa que Yoongi aprovecha para morderlos y torturarlos un poco.

-Sabes tan bien- susurro sobre su cara y el solo asiente, completamente pasivo.- ¿Qué quieres que haga?

Le pregunto con suavidad, sin tocar ni una sola fibra de su ser.

Sé que le encanta sentir que tiene algo de poder.

-Si- escucho la celebración salir de sus hinchados y rojos labios.- tócame- susurra.

-¿Dónde, mi vida?-susurro mirándole a los ojos.

Coge mi mano con delicadeza y la pone sobre su cintura, la cual yo comienzo a acariciar con suavidad, siguiendo su mandato.

-Ahora el estómago- murmura sin dejar de mirarme con esa mezcla tan explosiva que son el amor y la lujuria, el deseo, en sus ojos.

Mi mano responde a sus palabras en cuestión de segundos y acaricio cada vello que me recibe allí.

-Daddy- ronrronea- hazme un chupetón.

Sonrío y bajo mis labios a su estómago, succionando con cuidado. mientras mi otra mano viaja a la parte interior de su muslo y dejo sutiles caricias allí por donde hay piel.

Gime sin poder evitarlo cuando las yemas de mis dedos llegan a su entrada, y sonrío, bajando mis besos a su miembro, con cuidado.

-Yo...también quiero...ah...tocargh...te- Dice removiéndose en la cama ante mi toque.

Subo la cabeza, dejando completamente desatendida su zona sensible y niego.

-No, mi amor, hoy es solo para ti- susurro- ya tendremos diversión los dos en un ratito, ¿si?- susurro.

Asiente.

-Entonces...¿Y si me haces el amor ya?- pregunta mirándome con un deje de inocencia- por favor.

Siento como se me derrite el corazón ante su tono y asiento sin poder evitarlo.

-Claro, mi vida.

Sonríe enormemente y me mira a los ojos.

-Déjame tocarte daddy, por favor.- suplica con ojos de cachorrito.

Asiento y le acaricio el pelo con cariño.

-Mírame a los ojos. -digo obligándole a mirarme con un ligero tirón de su cabello; lo suficiente para llamarle la atención, demasiado poco para dañarle, jamás me atrevería a hacerle daño.

Le sonrío de lado y suspiro.

-Yoongi, bebé, ¿le haces una mamada a daddy? -pregunto con la voz ronca con solo pensar en la idea de sus labios rodeando mi miembro.

Él sonríe y asiente emocionado, como si el favor se lo estuviese haciendo yo a él.

Trato de mostrarme firme cuando deja pequeños lametones a lo largo de mi abdomen, como un gatito.

Sonrío y le hago una señal con la cabeza.

-Vamos, amor.

Él asiente y baja su boca por mi miembro, poniéndolo duro en su totalidad, consiguiendo arrancarme un gemido de lo más profundo de la garganta.

-Si, amor, así- murmuro agarrándole más fuerte del pelo.

Noto su pequeña sonrisa de suficiencia sobre mi pene y me muerdo el labio.

Sabe el poder que tiene sobre mi; sabe que solo el me puede poner así, tenerme entre sus dedos con solo decir mi nombre.

Gimo su nombre, dejándome llevar, olvidando mi rol por unos segundos.

Minutos después, le paro totalmente y hago que levante la cabeza.

Le cojo de la cintura y le deposito debajo de mi en la cama, pegando nuestras pieles desnudas, notando cada parte de su piel lechosa bajo la mía, y me atrevo a mirar a mi ángel a los ojos.

-Sabes que te amo, ¿verdad?

Acto seguido, introduzco mi miembro en él, notando el abrazo de su interior en mi miembro.

Por fin estoy en casa.

babyboy // yoonseokWhere stories live. Discover now