Un billete de ida

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Ya estaba guardando las últimas cosas en la maleta cuando mi teléfono comenzó a sonar, no era nada más ni nada menos que Skyler, mi mejor amiga, la cuál hace más de una semana no deja de llamarme recordándome todo lo que me tengo que llevar y repitiéndome que vivir juntas va a ser genial, y eso no lo pongo en duda, aunque hay que admitir que a veces llega a ser un poco pesada.

Voy hacia el teléfono y contesto: -Dios mío Sky, ¿que quieres ahora? 

- ¡Ali, estoy tan emocionada! el avión salía esta noche, ¿verdad?-

-Si, aunque como no dejes de llamarme al final no me dará tiempo a guardar lo que me falta. -Río.-

-¡Cierto! mejor ya dejo de molestarte. -Escucho como mi mejor amiga se ríe y cuelga.

Niego. Aún no entiendo como pude acceder a vivir con ella, es la persona más pesada del mundo, aunque si es verdad que la quiero como a una hermana. La conozco desde que hace exactamente doce años, ya que nuestras madres han estado trabajando juntas desde hace mucho tiempo y siempre se han llevado muy bien. Recuerdo el día que nos hicimos amigas, yo tenía seis años, y Sky siete, mi madre y la suya habían quedado (no recuerdo para qué). Skyler me tiró el batido encima y comenzamos a pelear, y por alguna razón, de pelear pasamos a comenzar a jugar, y desde entonces ha sido así. Desde ese día hemos estado siempre juntas, hasta el año pasado, que destinaron a su padre a Londres, y ella junto a su familia se tuvieron que mudar.

Los días antes de que se fuera lloramos muchísimo, pero también aprovechamos los últimos momentos que nos quedaban juntas y la última noche le prometí que en cuanto acabara el instituto me iría a Londres, y que luego estudiaríamos nuestras respectivas carreras juntas, y aquí me veis, haciendo una maleta rumbo a una ciudad a la que no he ido en mi vida, aunque todo lo que he visto de ella me encanta, además por lo que he oido es un lugar frío, y me gusta.

Termino de guardar todo lo que me falta y suspiro. También es cierto que echaría de menos a algunas personas de aquí, pero también me hace ilusión conocer a gente nueva.

Cojo mis cosas y bajo.

-¿Estás segura de irte?- Me pregunta mi madre y asiento. -Me vendrá bien cambiar de aires, además podéis estar tranquilos, iré a una buena universidad y los padres de Skyler estarán por allí cerca.- Lo sé, pero no puedo evitar estar mal porque mi pequeña nos abandone.-Dice  comenzando a llorar.- Oh no, mamá, pero no llores que ni siquiera estamos en el aeropuerto. -La abrazo.- Estaré bien, te lo prometo.

Veo a mi padre bajar con una pequeña caja.

-¿Ya estáis llorando?.-Ríe.- Allison, tu madre y yo queremos que te lleves algo para que te acuerdes de nosotros. -Me acerco a el.-  ¡No hacía falta, de verdad! -Cojo la pequeña caja roja.-

Ya no podemos devolverlo.-Dice mi madre riendo.-Vamos, ábrela.- Asiento y veo que dentro hay un collar muy bonito con una diamante azul.- Es precioso.- Sonrío y los abrazo. Miro el reloj que ya marca las siete y media.- Creo que ya debería irme.-Miro a mi madre que ya esta otra vez llorando.- Yo no puedo ir al aeropuerto, si lo hago no te vas.- Río por su comentario y la abrazo por última vez.- No os preocupeis, he pedido un taxi que ya debe estar en la puerta. -Abrazo también a mi padre y sonrío.- Os prometo que estaré bien.

Veo que el taxi ya esta en la puerta y entro, le digo la dirección y comienza su trayecto.

Hoy es un día como cualquier otro en LA, totalmente soleado sin ninguna nube alredor, eso es otra cosa, también tendré que acostumbrarme al nuevo clima, ya que se supone que en Londres hay un clima frío. No sé como Skyler lo está podiendo aguantar, a ella siempre le ha gustado el calor e ir a la playa, algo que allí no hay. Yo por otro lado siempre he odiado eso de ir a la piscina y a la playa, pero sobre todo a la playa, con tanta arena y tantos bichos. También odio el calor, por lo que no creo que sea muy dificil adaptarme a la nueva ciudad.

El trayecto hacia el aeropuerto pasa lento, el taxista no ha dicho nada en todo el camino y resulta bastante aburrido, hay otros que te cuentan su vida con toda la confianza del mundo y al menos tienes algo que escuchar, este ni siquiera tiene la radio puesta, y tampoco me atrevo a decirle nada.

Por fin después de un largo viaje llegamos al aeropuerto, pago lo que le debo y antes de bajar del taxi cojo mis cosas. Oigo a una mujer hablar por el megáfono esperando a que digan mi vuelo, este va a ser un largo viaje, la distancia que hay entre LA y Londres es de casi nueve mil kilómetros, aunque bueno, tal vez me pongan a una señora mayor al lado como la última vez que no dejaba de hablar de lo guapa que era su nieta y de lo emocionada que estaba por verla.

Después de casi dos horas esperando, escucho la esperada frase: El vuelo 345 con destino a Londres, Inglaterra esta apunto de embarcar. Cojo mi bolso y corro hacia la puerta de embarque.

Cuando ya estoy dentro del avión voy hacia mi asiento, el cuál se encuentra pegado a la ventana, al menos si no me toca al lado de alguien muy sociable podré mirar por ella.

Veo que un chico más o menos altos, con el pelo castaño y los ojos celestes se sienta a mi lado.

-¡Hola! soy Louis Tomlinson...tu eres... -Dice con una alegre voz.- Allison Broken.-Sonrío- ¿Qué es lo que te lleva a Londres? -Pregunto para conocerlo mejor.- Pues...en realidad yo nací allí, bueno, más bien en Manchester, pero ahora mismo vivo en Londres con unos amigos, he estado unas semanas en Los Ángeles visitando a mi hermana, ¿Y a ti? ¿qué te lleva a Londres?

-Una promesa.-Sonrío.- ¿Una promesa? -Me mira extrañado y yo asiento riendo.- Me voy a mudar allí con mi mejor amiga, se lo prometí antes de que ella se fuera, además, me vendrá bien cambiar de aires.-Sonrío-. Hombre, si te gustan los lugares fríos, Londres es el lugar perfecto, pero tu que tienes que estar acostumbrada al clima de Los Ángeles...-dice- ¡al revés! estoy cansada del buen tiempo,me gusta más el frío, bueno...eso creo, aquí no ha llegado a llover dos días seguidos.- Río.-

Pasamos el resto del viaje hablando (claramente también durmiendo), sin duda este chico me ha caido muy bien. Cuando llegamos  a Londres el día está como me esperaba, lluvioso, y antes de irnos Louis me da su número y me promete que algún día me tiene que enseñar la ciudad.

Cojo mis maletas y voy a la parada de taxis. Ahora mismo me estoy arrepindiendo bastante de haber cogido tantas cosas, esto pesa demasiado y podría haber comprado cosas nuevas aquí para ahorrarme el peso, aunque también es tontería gastar dinero a lo tonto. Entro en el taxi y le digo la dirección. En el trayecto hacia mi nuevo hogar me dedico a mirar por la ventana, parece que siempre me toca con un taxista aburrido que ni siquiera puede poner música.

Después de unos largos quince minutos de viaje el taxista para frente a un edificio que se ve bastante grande, es de color blanco y se ve bastante bonito. Desde aquí se puede apreciar que cada casa tiene un pequeño balcón, cada uno decorado a su manera. Bajo del taxi y de nuevo cojo mis pesadas cosas. Nota mental: para mi próximo viaje no llevaré prácticamente nada.

Un guardia muy amable me abre la puerta del portal y entro, antes de nada saco un papel del bolso donde tengo apuntado el número, tercero B. Vuelvo a guardar el papel, pero ahora en mi bolsillo y voy hacia la tercera planta. Suspiro cansada y toco al timbre, pero la que me abre la puerta no es mi mejor amiga gritando como me había imaginado, si no un chico con el pelo castaño y rizado, y los ojos verdes.

Me abré equivocado...-Le miro extrañada y saco el papel para volver a mirar la dirección, pero según este estoy en el sitio correcto.-Perdona...¿a quién buscas? -dice con una voz ronca a la vez que divertida.- Mmm, pues yo...Skyler. - Digo. Dios, parezco idiota.- ¡Ah, tú eres la famosa Allison! -Se ríe- ¿Qué? -Dejo mis cosas en el suelo porque ya comienzan a pesar demasiado.- 

¡Ali! -Mi amiga se tira encima mía!- ¡Skyler! ya pensaba que me había equivocado...-Cojo mis cosas de nuevo para meterlas en la casa.- Oh, es verdad, no os había presentado...Harry, ella es Allison, Ali, el es Harry Styles, mi novio.

Espera, ¿qué? ¿su novio?

Cosas del amor |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora