20 de octubre 1997

     Camine por las orillas de la carretera mientras que la lluvia caía en mis hombros, mi chaqueta estaba mojada y mi alma estaba a punto de romperse, un momento deprimente estaba por desembocar. Llegue a la casa de Mónica con la cara empapada por caminar en la lluvia, mi mirada se notaba vacía. La madre de Mónica me invito a pasar a su habitación de ella, y poco a poco empecé a subir las escaleras.

-Hola- Mónica dijo con una sonrisa en su rostro mientras que estaba sentada en su escritorio de su estudio. - ¿Qué paso?

- Estoy triste, solo llegue de la escuela así nada más. Le marque a Austin, pero el imbécil no quiso dejar a Diana para verme.

- Ay Mia! ¿Por qué estas así?

- Es que la verdad no sé, creo que todos los sentimientos que no saque en un momento se están apoderando de mi

- Apuesto que entre esos sentimientos esta la idiota de Rachelle, como odio a esa "personita"

Me quedé callada, no quise responder a ese comentario

- ¿Y bien que ha pasado con ella?

- Lo de siempre, ya sabes

- Voy a hacer algo, espera, mientras puedes poner música. Ya sabes dónde están los casetes

Empecé a ver los casetes que tenía Mónica, mientras ellas al parecer estaba mandando un fax

El fax era para Rachelle...

-Mónica, ¿Qué estás haciendo? - Le grite mientras ella continuaba en lo que hacía.

-Veras que después de que termine de escribir, te sentirás mejor y aclararemos todas las dudas que hacen que explotes.

- Es injusto- Empecé a berrear

- Es injusto que tu estés tratando de dar todo y ella no haga nada, maldita sea déjame terminar.

- No lo hagas...- Intente detenerlo, pero ya se había enviado. No sabía ni siquiera lo que contenía eso.

Mónica bajo a la cocina, intento subirme el ánimo con helado (El helado era mi favorito al igual que todo lo que contuviera azúcar). Cantamos canciones de moda, y mientras me contaba los chismes que pasaban en su escuela. Rachelle había respondido con otro fax después de un tiempo.

Mi amiga tomo la hoja y empezó a leer.

-Amelia...- Me dijo con una voz con miedo o decepción

- ¿Qué dice? ¿Dice algo malo? Mónica por favor dime ¿Terminamos? - Dije con miedo a saber lo que estaba pasando a mi alrededor

Mónica asintió con la cabeza. Mis latidos empezaron a latir más rápido, pero ahora no latían por amor, sino por un corazón roto. Mis ojos estaban a punto de desbordarse hasta que poco a poco las lágrimas empezaron a salir y los sollozos se hacían más fuertes, una de mis historias de amor había terminado.

-Mia no llores, no llores por favor- Mónica dijo y enseguida corrió a su habitación – Mira ya ves, estoy muy ridícula- Puso un casete de música de fiesta y empezó a bailar mientras tenía un maquillaje como de payaso

-Amelia, al menos ¿Quieres ver lo que ella escribió? ¿Quieres que te enseñe que yo hice que te terminara?

-Bueno, enséñamelo

"Hola Rachelle, al parecer no te interesa ni un poco esto y por lo mismo y porque a mi si me interesa debo saber por qué tu comportamiento tan distante conmigo. Quiero saberlo. Siendo realistas yo he puesto mucho de mi parte para no recibir lo que esperaba, por ello quiero saber que sucede porque en realidad es una pérdida de tiempo el dar todo sin nada a cambio

New LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora