Hace mucho tiempo, tuve un mejor amigo que me preguntó como se siente una persona al estar en presencia del mismísimo demonio, de aquél sujeto con un poder tan irreal que tu mente no podría comprender, de esa "persona" que si la comparas contigo, no eres mas que un chasquido de polvo en su galaxia. Es un poco difícil entenderlo. Es como si fueses consciente de su ilimitado poder destructivo, y aún así maravillarías tu vista una última vez con la real idea de que ya eres hombre muerto.
Es como levantarse en una mañana de flojera y darte cuenta de que no necesitas hacer nada, nada que ocupe tu tiempo, ni nadie a quién satisfacer ni decepcionar. El día es tuyo, solo tuyo, y puedes dormir tanto como quieras. Entonces tomas las cobijas y te acurrucas en su abrazo suave, regresando a la tierra de sueños; la cual te da la bienvenida con besos en tus mejillas y una canción de cuna que flota en la brisa.
Como velas desplegadas que de repente soplan y se hinchan con el viento, empujando tu barco hacia lo desconocido del horizonte dorado. Un nuevo comienzo, todos tus errores perdonados y un nuevo mundo de aventura que aguarda tu llegada. Ni siquiera volteas atrás. El futuro es así de emocionante. No puedes apartarle la vista. Sientes el impulso de tu barco que se desliza fácilmente hacia la cima del mar verde, como si toda tu vida te guiara a este momento emocionante. Estiras tus brazos y dejas que el rocío del mar humedezca tu piel como confeti flotante.
Acumulas todo el coraje desde el fondo de tu corazón y finalmente confiesas con un: "te amo', mientras esperas que el desamor y la decepción sigan tus palabras como una sombra. Pero en vez de eso, los ojos de tu amor brillan y sus labios tiemblan mientras toma tu mano entre las suyas y responde: "¿Por qué no lo dijiste antes?". En seguida presiona sus labios de pétalos de rosa contra los tuyos; es el beso por el cual esperaste tanto.
Pero esto solo dura un momento.
Entonces es cuando tu sueño se agria hasta llegar a una pesadilla venenosa de la cual no puedes despertar: las olas oscuras chocan sobre ti y hunden tu alma al fondo de un abismo olvidado. Es entonces cuando tu amor comienza a reír con un tono cruel que nunca dejarás de escuchar: lo sabrás. Sabrás qué se siente ser devorado por el demonio con el que negociaste. No eres más que un bocado, un aperitivo para su lengua. Y entonces, cuando la parte dulce de ser tragado se termina, sin duda te convertirás en su comida.
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Relato Corto: ¿Qué se siente?
Paranormal¿Sabes cómo se sentiría estar al lado del mismísimo Lucifer? Es como levantarse en una mañana de flojera y darte cuenta de que no necesitas hacer nada, nada que ocupe tu tiempo, ni nadie a quién satisfacer ni decepcionar.