『amnesia』 » yugbam

parte unica

--"I wish that I can wake up with amnesia, and forget about the stupid little thing. Like the way I feel fall sleep next to you, and the memories that never can scape"--

YuGyeom no estaba completamente seguro de lo que estaba haciendo en esa cafetería después de dos meses de la última vez que había ido ahí.

El lugar seguía tal y como lo recordaba, incluso permanecían los mismos trabajadores y esa amable chica que siempre lo atendía a él y... El aroma a café seguía produciéndole esa misma paz interior y se le hacía agua la boca con tan solo pensar en los pastelillos del menú. Todos los días probaban uno diferente; a veces con mejores resultados que otros, pero siempre era un buen regalo a su paladar.

Se sentó en la misma mesa de siempre. Bajo la escalera con vista al patio trasero del local; a esas horas la pequeña tienda estaba casi vacía y la mesera de siempre fue rápida en atenderlo.

Pidió sólo un café y ella notó lo que pasaba, porque la expresión que puso al oír sus palabras fue de pura impresión. Yugyeom quería decirle que porfavor no fuera tan obvia, aún le dolía. Además, ella debería haberlo presentido porque ni él, ni BamBam habían vuelto a esa cafetería hace meses.

Terminamos Quería explicar, pero no era capaz de decir la palabra en voz alta.

Por eso había ido ahí en primer lugar. Necesitaba entender que era todo lo que estaba pasando, necesitaba asegurarse de que BamBam no estaba más en su vida.

Cuando la camarera se fue, YuGyeom suspiró y sostuvo su cabeza con sus manos. ¿Por qué era tan difícil olvidar?

Dos meses habían pasado desde ese día y las cosas iban de mal en peor.

La imagen de BamBam sentado frente a él, con lágrimas en los ojos, sus hermosos labios temblando y diciendo que lo dejaba.

Le había rogado porque le explicara las razones, necesitaba saber que era lo que estaba pasando porque no entendía nada. ¿En qué momento se había muerto el amor? ¿Dónde estaba dejando todos los sueños que habian hecho juntos?

Ya no los necesito había respondido sin mirarlo.

Yugyeom trataba de invocar el recuerdo del último beso que habían compartido, pero estaba nublado con memorias dolorosas. Peleas, gritos, empujones y lágrimas. No las recordaba, era como si su corazón lo estuviera protegiendo de esa verdad ¿Cuando había dejado BamBam de amarlo?

Había un mensaje de JinYoung en la pantalla de su celular, quería saber en dónde estaba y si lo pasaba a buscar para que fueran a beber algo.

Ellos decían que le haría bien pasar un rato todos juntos, despejarse del dolor que era vivir en el mismo departamento que compartió por tanto tiempo con el tailándes; pero Yugyeom ni siquiera quería intentarlo, ver a YoungJae, Mark y JaeBum solo siginificaría recordar aún más todos esos momentos que pasaron juntos; sabiendo además, qué todos tenían contacto con su ex.

Era demasiado difícil saber que estaba tan feliz después de haber terminado. Era demasiado difícil oír su nombre cuando ahora estaba tan lejos, siendo feliz con otro.

A veces se preguntaba si todo era una mentira, si aquel dolor en su pecho era real ¿Entonces como él podía estar tan bien? ¿Cómo podía mostrarse tan sonriente, tan pleno, tan feliz? Mientras él moría por dentro.

Deseaba poder tener amnesia. Olvidar todos los estúpidos detalles. Como la forma en la que se sentía cada vez que se quedaba dormido junto a él, y el olor a su perfume cuando despertaba al día siguiente; su sombra rondando su departamento como un recuerdo del que nunca podrá escapar.

Se limpió una lágrima antes de que cayera por su mejilla, justo cuando la chica que lo había atendido llegaba con su café.

BamBam tenía esa graciosa forma de tratar a las demás personas con tanta amabilidad y naturalidad como si todos fueran sus amigos. Siempre que iban a un nuevo lugar con gente desconocida hacían nuevas amistades y todo gracias al tailándes. Ofreciendo su gran sonrisa y dejando fluir su contagiosa risa por sus labios.

Él no era así, le era difícil conversar con desconocidos, mirar a la gente a los ojos y sonreír como si nada estuviera pasando. Y si no podía antes, mucho menos ahora que cualquier razón que tenía para sonreír se había marchado junto con su ex novio.

Mientras miraba el color oscuro del amargo liquido frente a él una pesada gota transparente cayó en el platillo dónde descansaba la taza de porcelana blanca.

BamBam podría haber estado hablandole de cualquier cosa en ese momento, hasta del clima y Yugyeom siempre lo escuchaba y hacía todas las preguntas correctas para que el menor siguiera explayándose. Ahora el silencio pesaba.

En la pared de la escalera había un enorme mural de un paisaje retro, una calle parisiana en pleno invierno, con personas en trajes de etiqueta paseando de aquí a allá inmersos en su propio mundo. Meses atrás BamBam soñaba con viajar a París, vestir de etiqueta y besarse en una calle de ladrillos como la del mural. Yugyeom le había tomado una foto frente a este y habían hecho planes de viajar luego de la universidad.

Ahora, 5 meses después. Yugyeom estaba sentado a solas bajo el mural, con un café frio frente a él y revisando las fotos que se habían tomado en su telefono; a veces las veía cuando se sentía solo; le gustaba recordar el momento exacto en que la habían tomado y lo que habían estado haciendo, como se sentían.

Era masoquista, pero por más que lo intentara, no podía olvidar; y para ser sincero, tampoco era como si quisera hacerlo.

No escuchó la campana de la puerta cuando está se abrió por estar inmerso en sus pensamientos, pero Yugyeom pronto sintió esa extraña sensación de estar siendo observado.

Un chico llorando parecía ser un espectaculo de cinco estrellas.

Levantó la cabeza lentamente para alcanzar a limpiarse las lágrimas antes de que alguien más lo viera, pero fue interrumpido por una mano de dedos delgados entregandole una servilleta.

Cuando vió quien estaba frente a él, nuevas lagrimas remplazaron a las viejas y JinYoung se sentó a su lado, empujandolo para que quedara pegado a la pared y que así nadie más pudiera verlo.

-Dime que esto es solo un sueño- Susurró el menor mientras se dejaba llevar por un abrazo reconfortante- Porque de verdad no me siento bien.