EXTRA 3 (II)

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Segunda parte

 ♥

1 SEMANA DESPUÉS

JiMin estaba algo frustrado. Desde que volvieron de Nueva York, JungKook había estado de un lado hacia el otro por culpa de su trabajo, cómo así él también estaba algo ocupado, pero ya menos que el menor.

Debido a que se acercaban las fiestas de fin de año, el menor había sido enviado de un lado a otro, a hacer guardia a centros comerciales, a esquinas de calles pobladas, etcétera. Eran turnos de casi 8 horas seguidas, y el menor volvía totalmente agotado, para descansar unas horas y volver a salir a veces a media madrugada, otras a la noche, o incluso a la mañana. El menor no tenía horarios, y no podía hacer nada.

JiMin aún no había logrado, 'cobrarse', la infidelidad de JungKook en el casamiento, y allí en aquel armario, estaban las bolsas que juntos habían comprado aquel día en que todo sucedió, aún cerradas y bien guardadas.

El rubio suspiró y cerró la puerta del armario y se dirigió hacia la cocina. El menor no tardaría en venir y él debía de cocinar la cena.

Se había ido cerca de las 13.30 de la tarde, y ya eran las 21:17 y aún el menor no volvía, y no volvería hasta las 22:00, por lo de seguro estaría sumamente cansado, hambriento y con frío. Lo mínimo que JiMin podía hacer, era esperarlo con una rápida cena caliente y nutritiva.

Suspiró cansino, estaba resignado a seguir esperando, y lo seguiría haciendo, él no se daría por vencido, y mientras más lo 'retrasara' el menor, más tortuoso y tedioso sería para él, pero debía cumplir.

Despejó su cabeza de sus pensamientos, y aprovechando que había vuelto mucho antes del trabajo, se dedicó a hacer la cena para su novio, casi esposo también, pues prácticamente era cómo si lo fueran, ya que cuando JungKook volvía a la casa en la que ahora vivía sólo su madre, sólo se quedaba un día, ni siquiera se quedaba a dormir, a la noche, ya sea tarde o temprano, siempre regresaba con JiMin, quien lo recibía con un "-Bienvenido bebé, te extrañé."-, una sonrisa y el menor no hacía más que también regalarle una de sus sonrisas tan particulares y brillosas, para luego besarle, e ir juntos a la cama, entre besos, a veces pasaba a más, a veces sólo quedaba en eso, simples besos y las dos opciones eran sumamente agradables y aceptables.

JiMin tenía una estúpida sonrisa en su rostro ahora mientras recordaba aquello y cocinaba para su bebé.

Las verduras comenzaron a cortarse más a prisa, el agua comenzaba a hervir, y JiMin en poco tiempo, estaba totalmente sumergido en la cocina, en su cena para el menor, pareciendo un hechicero creando su más 'prestigiosa' poción. Tarareaba, sonreía. Era increíble cómo unos simples recuerdos, podían lograr ponerlo de tan buen humor.

¿Frustración?

Ya la había olvidado.

Unos 45 minutos más tarde ya todo estaba llegando a su fin, y JiMin ya casi tenía la cena lista, había vuelto a cocinar, algo fácil pero a su vez medianamente elaborado. Aún recordaba cuando decidió declararse a su niño, los nervios que sentía, y lo feliz que le hizo saber que su bebé disfrutó de aquella cena preparada por él y más que nada, que le había pedido cocinar de aquella manera más seguido. JiMin lo había intentado, pero realmente su trabajo le quitaba bastante tiempo, y pues siempre que quería cocinar algo elaborado, terminaba por darse por vencido y pedir delivery, no es que el menor se quejara, era comida deliciosa de todas maneras, pero el menor le había dicho que seguía prefiriendo su comida.

JiMin siempre ante aquel cumplido, no podía evitar sonreír cómo bobo y sonrojarse fuertemente.

21:57 y JiMin había terminado.

BTSxBTS: "Jobs"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora