Última carta.
Jimin:
Mis brazos llenos de marcas, moretones, y cortes, mis manos lastimadas me recuerdan a tí, lo frágil que eras, pero aún así te amé y lo sigo haciendo como un loco.
En verdad no se como llegaron ahí, solo se que un día me desperté con ellos y lloré, lloré por tu recuerdo en mi mente.Lo siento tanto.
Epílogo.
YoonGi tomó la última carta y la lanzó a la chimenea, las cartas no harían que JiMin volviera y por mínimo o grande que hayan sido sus errores con el pequeño de hermosos cachetes, sabía que nunca lo perdonaría.
Lo sabía y dolía.
¿Quién llamaba al chico que le gusta por tontos apodos? ¿Quién dañaba en vez de relajarse y sentirse amado? Solo él, Min YoonGi.
Era un completo idiota, si sólo hubiera visto las miradas que le dirigía el pequeño rubio, si sólo hubiera escuchado cada suspiro, si sólo se hubiera dado cuenta que Park, empezaba a destruirse por cada comentario que el de ojos felinos le lanzaba.
Ellos seguramente estarían tratando de arreglar su relación, YoonGi confesaría su amor al igual que JiMin, pero no, eso no podía ser posible.
Si tan solo él no la hubiera cagado, JiMin seguiría vivo.
Las palabras de su madre resonaban en su cabeza, y por lo que más quería no podía alejar esa torturosa idea.
Él tenía que hacerlo, por JiMin.
Se levantó del sofá y miró la hora de su celular.
12:28.
Su madre tardaría en volver, y él tenía que aprovechar.
Se dirigió a su habitación, meditando lo que iba a hacer para luego agarrar con sus huesudas manos el pote de pastillas y una pequeña cuchilla. Usualmente YoonGi podía dormir, pero desde que JiMin se fue lo único que supo hacer a la perfección fue escribirle cartas, pensar en él todo el tiempo, dormir a medias y soñar una y otra vez con él, eso explicaba sus pastillas.
YoonGi se la pasaba durmiendo con la ayuda de esas pastillas,y le encantaba, pero le encantaba más ver al pequeño rubio, abrazarlo y sentir que está ahí, con él.
Y si no fuera poco, la idea de morir así le fascinaba, dudaba que su madre se diera cuenta, ya que todo el día está en su habitación.
Sus manos temblorosas le fallaron al primer intento de querer abrir el pote, luego cuando colocó las pastillas en su mano flacucha no pudo evitar que una sonrisa amarga se asomara por sus labios y llevó unas cuantas a su boca para luego tragarlas con un poco de dificultad.
No pudo evitar llevar sus manos a sus cabellos tirando de estos y lanzar un fuerte sollozo. Lo siguiente que hizo fue tomar la cuchilla, pasarla por sus brazos y muñecas.
Ardía como el puto infierno, pero cada mierda que le dijo a JiMin dolía aún más. Cada mirada de asco que le dirigió sin ser consciente de la mierda que lo hacía pasar al pequeño rubio. Y estaba jodido, si sólo se hubiera acercado de una buena manera, Dios no quería ni siquiera imaginar lo que estarían haciendo en ese preciso instante.
Sus ojos empezaron a cerrarse de a poco y sentía como inconscientemente tomaba sus sábanas para acomodarse. No sabía de donde había sacado esa fuerza para poder acomodarse y ponerse de lado con su vista en la ventana.
Con dificultad susurró un "Lo siento", y una última mirada recorrió el lugar para luego posarse a descansar en las muñecas con cortes profundos.
Sus ojos se cerraron y sintió ser rodeado por unos brazos.
"Jiminnie." Suspiró al sentir cosquillas por unos cabellos, y un aroma se hizo presente que inmediatamente lo hizo sonreír, era él.
Jimin.
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- Sᴏʀʀʏ» ʏᴏᴏɴᴍɪɴ
Fanfictionごめんなさい🐉 ❝ ᴅᴏɴᴅᴇ ʏᴏᴏɴɢɪ ʟᴇ ʜᴀᴄᴇ ʙᴜʟʟʏɪɴɢ ᴀ ᴊɪᴍɪɴ ʏ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴇsᴛᴇ́ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴏ sᴇ sᴜɪᴄɪᴅᴀ﹐ʏᴏᴏɴɢɪ ʟᴇ ᴍᴀɴᴅᴀ ᴅɪᴀʀɪᴀᴍᴇɴᴛᴇ ᴄᴀʀᴛᴀs ᴘʀᴇɢᴜɴᴛᴀ́ɴᴅᴏʟᴇ sɪ ᴇʀᴀ ᴛᴀʀᴅe ᴘᴀʀᴀ ᴘᴇᴅɪʀ ᴘᴇʀᴅᴏ́ɴ. ❞ ❁ᴀɴɢsᴛ ❁ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏs ᴄᴏʀᴛᴏs. ❁ ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ. ❁ ᴛᴏᴅᴏs ʟᴏs ᴅᴇʀᴇᴄʜᴏs ᴀ sᴜ ᴀᴜᴛᴏʀᴀ ᴏʀɪɢɪ...