PRÓLOGO

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—¿Algún problema, preciosa?

—La bujía está estropeada.

La mecánica bajó la puerta del capó y se sentó en él. Miró a la pelirroja con una sonrisa traviesa y cruzó las piernas, una encima de otra.

—¿Puedes conseguir una nueva para mañana?—preguntó la otra joven observando como la contraria se mordía levemente el labio inferior.

—Claro, Manoban, pero debes pagarme rápido, esto no es como en los demás talleres.—contestó la otra chica mientras señalaba a la más baja con la llave inglesa.

—Entonces supongo que vendrás a la carrera.

—Claro que sí. No me la perdería por nada del mundo. Quiero ver a esos cabrones llorando mientras tú te haces con la victoria.

La más alta sonrió, caminando hacia la otra chica.

—¿Tendré alguna otra recompensa, preciosa?

La morena sonrió lascivamente y asintió, tirando de la manga de la contraria, separando las piernas y posicionándola entre ellas para después rodear la cintura de la pelirroja.

—Tu recompensa te estará esperando en la habitación.

—Entonces merece la pena esforzarme.

La joven apretó su muslo y la besó fervosamente antes de quitarle de las manos la llave inglesa y tirarla al suelo.

RACING [JENLISA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora