Rosenrot [DaeJae] (oneshot)

Rosenrot ¤ Rosa roja.

Aquella nueva vida que había decidido tomar, no estaba del todo mal. Debo admitir que separar la banda fue más difícil de lo que creí, me arrepentí... no una, ni dos veces, sino cientos; pero aquello fue un paso decisivo en mi vida.

Dejar todo eso atrás y tomar mis responsabilidades por los cuernos en lugar de andar correteando de aquí para allá. Seohyun –chica que había conocido hace unos años- necesitaba un marido, y planeábamos agrandar la familia que empezábamos a formar... no es que no me haya importado antes, ella lo es todo para mí; pero todo el ajetreo que conllevaba formar parte de "Best Absolute Perfect" era completamente irresistible... en un principio.

La separación... acepto toda la culpa, pero no podía seguir así. Sonará de lo más egoísta pero eran los fans o yo... sinceramente aún tengo muchos planes y proyectos pendientes en mi vida. Los demás también querían tomar otros rumbos.

¿Qué si lo extraño? ¿¡Pero qué clase de pregunta es esa!? claro que extraño a la banda, sobre todo a los chicos, sin ellos jamás hubiera llegado hasta donde estoy, sobre todo sin YoungJae.

Sinceramente siento que le debo la vida, siempre estuvo conmigo, sobre todo en el tiempo de hiatus de grupo y tengo el compromiso de saldar esa deuda algún día... que considero que no será pronto pues ahora él tiene una vida completamente lejos de la mía.

Es decir... después de un año de la separación hemos seguido en contacto vía Instagram o escasos mensajes de texto, pero para mí no es suficiente, lo extraño... y no sé hasta cuando lo vuelva a ver.

En fin, me alegra que todos los ex integrantes de la banda hayan seguido sin mí, pues yo no era necesario, estoy tan feliz por ellos. Y también admiro la fortaleza de todos los fans de B.A.P, ellos son de lo mejor pues aún después de todo, siguen creyendo en nosotros, eso de verdad lo aprecio.

Pero aunque extrañe todo eso no quiere decir que soy infeliz... sino todo lo contrario, creo que soy más feliz que nunca y eso me gusta... no lo cambiaría por nada.

Durante mis presentaciones, en la pequeña gira para presentar mi álbum como solista siempre, sin excepción alguna alguien dejaba una rosa roja en mi camerino.

Esa situación era como un misterio, pues nadie sabía explicarme de dónde estaban saliendo aquellas flores. Todos suponíamos que era algún fan, pues los obsesionados nunca faltan.

En aquellos regalos, jamás hubo ninguna nota, ni tampoco ningún recado para los de seguridad que cuidaban los camerinos... simplemente aparecían sin más, como por generación espontánea.

Y cuando regresé a casa, la situación no cambió mucho, aquellas rosas rojas seguían apareciendo en mi hogar de tal manera que solo yo las encontraba por todas partes: En mi estudio, en algunas de las plantas que solo yo cuidaba, entre mis libros, entre mi ropa, en el balcón donde solía descansar después de un largo día.

Era como si aquella... "persona" me conociera a la perfección, conocía mis gustos, mis hábitos y rutinas; yo nunca me había enfrentado con un acosador, y comenzaba a temer por mi familia, así que contraté seguridad... pero nada cambió.

Las flores seguían apareciendo sin explicación...

Al cabo de los meses comenzamos a acostumbrarnos... y justo cuando yo estaba tan confiado, algo sin precedentes sucedió, sin avisar... aquella situación cayó sobre tan suave cono la nieve: primero cálida, y luego fría... y al final salí lastimado.

*

Estaba haciendo un clima bastante bueno, o al menos para mí, pues otoño es mi estación favorita del año. Estaba sentado en mi silla preferida en el balcón mirando distraídamente hacía el horizonte, esperando que mi café estuviera listo, pues la lluvia se avecinaría inminentemente.