Ella es Debora

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Comenzó la fiesta pero no recordaba verla al entrar, la música sonaba a todo lo alto, las luces eran una locura, alcohol en cada mano y muchas chicas dispuesta a desatar la pista de baile pero solo una lo logró y ella era Debora, tenía una mirada tan fuerte y unos ojos tan bellos, sus labios eran rosados y su cabello... su cabello era una locura en sus manos, lacios como uno no puede imaginarlo y eso no era todo de ella, su forma en como llevaba su ropa hacia que me desespere más por saber de ella, una blusita negra descubierta hasta dejar ver su lunar en la mitad de su espalda, piel que me volvía loco, un pantalón muy apretado que dejaba ver cada movimiento que daba. No sé como no pude darme cuenta de ella al entrar, Debora era el tipo de chica que al verla por primera vez podrías quedar deslumbrado pero también era el tipo de chica que robaba miradas no solo por su rostro atractivo ni por su cuerpo, simplemente solo bastaría ver su sonrisa y estarías en peligro, su manera de ser y llevarse con los demás hacia que más gente quiera estar con ella como también hacía que los demás deseen eso, despertando envidias y rencores, como lo dijo Debora "... ser así es un arma de doble filo que nunca quise tener pero ya me acostumbre" pero para mí Debora era peligro con delicadeza.
En aquella fiesta conocía a la mayoría de personas a excepción de un grupo de chicos y chicas de noveno ciclo junto a algunos amigos de Katya, la dueña de la casa, vivía sola era de Argentina, toda su carrera de publicidad vivió aquí ya solo le quedaba seis meses y las fiestas alocadas e instantáneas se acabarían, muy pronto volvería a su país pero prometió regresar cada verano que pudiera para recordar un poco la vida loca de la universidad. Y como fue que Debora se dio cuenta de mi existencia? Hasta en el instante que entre a la fiesta no logre verla tan rápido, había mucha gente y las luces no eran muy claras, podías chocarte con amigos a cada nada y aún así no logre ver a Debora al entrar; después que llego el Dj la gente empezó a bailar más, Katya me llevó con un grupo de amigas de ella, todas eran muy agraciadas pero tenían serios problemas con el alcohol. Algunas de las amigas de Katya se llamaban, Mary, Paula, Camila y Romi, Katya me dijo que había una chica que debía conocer pero lo dejo como comentario y se fue, me quede conversando con Paula después de unos diez minutos llego Debora, tenía en la mano cinco cervezas pequeñas, entró en el círculo y pregunto:
-Hola yo soy Debora y tú eres?
-Yo soy Ca...
-Él es Carlo, es un amigo de Katya- respondió Paula.
-Aja si yo soy Carlo.
Me puse tan nervioso, Debora era muy atractiva no podía evitarlo, me ponía nervioso el que me viera, nunca antes alguien pudo hacer eso pero Debora podía hacer lo que quería conmigo, en ese instante supe que esta noche sería una locura no solo por el alcohol que había en la fiesta simplemente al verla sentí como mi corazón se agitaba, con tan solo presentarme y me viera ya había un desastre en mi mente.
-Que bien Carlo es un gusto, lamentó no haber traído una cerveza para ti no te esperaba. - dijo Debora.
-No hay problema estoy bien con esta copa, después iré por una cerveza.
-Entonces que hacen parados sin bailar.
Levantó la mano hacia el Dj haciéndole señas para que suba el volumen y este le hizo caso, la fiesta se empezó a animar más Debora cogió la mano de Romi y se la llevó al centro las demás la siguieron y me quede viéndolas, cada una se movía al ritmo de la música y fue cuando vi a Debora ser ella, sonreía y reí cuando bailaba, sus pasos de baile marcaban tan bien su silueta, verla bailar hacia que mi corazón se agite más y no solo mi corazón los demás chicos fueron llamados también por el baile de Debora e intentaban bailar con ella pero prefería bailar sola; de pronto sentí que alguien me empujaba junto a ellas, era Katya me susurró al odio algo que no logre escuchar muy bien hasta que lo dijo más fuerte.
-Entonces ya te gusta, pero si tan solo se presentó.
-Que? Debora? No nada que ver solo estaba viendo.
-Ahora ya no solo veras, ahora bailaras.
Katya me empujó hacia Debora y las demás buscaron su pareja. Debora se rió viendo a Katya como si fueran cómplices de algo malévolo, pretendí no haber visto eso y le dije:
- Bailas muy bien.
-Lo sé -dijo Debora riéndose - ahora solo bailemos después podremos conocernos.
-Está bien no soy bueno bailando pero por ti haré el esfuerzo.
Me vio y se acercó a mi oído y me susurró.
-No solo necesitarás esfuerzo para sobrevivir a mi está noche...
Mi corazón paro por un instante, ya no solo eran nervios lo que sentía, quería tenerla entre mis brazos y besarla me provocó de la manera más vil y seductora mente. Me bailaba de una manera muy sexy se cogía su cabello de una manera muy sensual dejando su espalda al descubierto mientras daba vuelta dejando que descubriera su lunar iba bajando sus manos recorriendo su cuerpo mirándome de reojo, riendo como si fuera un juego seducir a un hombre, su movimiento de caderas me traía loco y su cintura podría llevar a la locura a cualquiera. Su manera de bailar era un delito que los hombres pagarían por ver. Nos pasamos la mayoría de la noche bailando juntos sin duda alguna me gustaba y mucho, le dije que iba por unos tragos y las demás me siguieron; Camila estaba ya muy mal por la combinación de alcohol, me decía que la lleve arriba pero la casa no era mía, Debora buscaba a Katya mientras las demás le traían agua, llego Katya y me dijo que la siguiera, subí con Camila en brazos y las demás por atrás, Paula traía una botella en mano al parecer la seguiríamos arriba. Deje a Camila en cama de Katya, al salir las demás empezaron a jugar con una botella, me senté al lado de Katya, llegaron algunos chicos y se unieron al juego primero le tocó a Romi junto a otro chico podían decidir entre beber tres shots o estar durante tres minutos solos en un cuarto, Romi peleo con su enamorado pero aún así escogió los shots, los siguientes fueron Katya y su pareja ellos si escogieron el cuarto y la tercera por cosas del destino me tocó junto a Debora, yo dije shots y los demás decían cuarto, fue cuando Debora dijo shots y por no decidirnos a tiempo nuestro castigo fueron shots y el cuarto.
Bebimos tres shots seguidos cada uno, y nos encerraron en el cuarto, debíamos entrar con un cronómetro marcando los tres minutos para poder salir. Al entrar Debora me cogio de la mano y me llevó al mueble.
-Dime algo Carlo, ¿te gusto o solo te parezco atractiva?-me preguntó Debora de una manera muy seductora.
-No me gustas, solo eres atractiva- debía estar loco para decirle eso pero mis impulsos me ganaron y por primera vez nunca antes tuve tanto miedo de negarme a una mujer tan bella como ella.
-Así que no te gusto?! Entonces te reto a que me beses por un minuto sin que sientas nada.
Me reto de tal manera que un beso suyo no era lo único de lo que me dio ganas, se acercó a mí y se sentó en mi, abrió sus piernas y sus manos reposaban en mis hombros, esto fue suficiente como para no negarme a recibir más de un beso suyo, le gustaba también y no podía ocultarlo por su forma de actuar entonces le respondí:
-Echó hagámoslo.- lo que más quería era besarla, no me importaba perder.
Así fue como comenzó todo, estaba sentada encima de mi, juntamos nuestros labios, nos besábamos, cerré los ojos y desee que el tiempo que quedaba no acabe, mientras la besaba mis manos dentro de su blusa recorrían su cintura subiendo de a pocos por su espalda, presionaba de manera cálida su columna como si el mundo se acabara, empecé a sentirla más eufórica, sus manos estaban entre mis cabellos, bajaban hasta mi espalda, cuando de pronto la alarma sonó, sostuve sus hombros alejando nuestros labios, de alguna manera no podía creer que estaba viviendo.
-¿A caso te quedan ganas de más?- dijo debora.
Mis ganas de tenerla un poco más reaccionaron, metí mi mano entre sus cabellos cerca a su nuca llevando su boca hacia la mía, ella no podía evitarlo le gustaba lo que pasaba sonreía y me besaba sin control, la cogí de las piernas recostando la sin separar nuestros labios, sus manos las podía sentir en mi cuello bajando de a pocos desabotonando me la camisa fue cuando escuché que afuera alguien forzaba la puerta, tuve que detenerme aunque no quería hacerlo.
-alguien viene no puedo, paremos.- le susurré.
-No puedes o no quieres sentir todo lo que sientes por mí, acéptalo, ven y bésame.-me lo dijo de manera agitada por el momento de pasión que estábamos viviendo.
La puerta se abrió, todo esto se sintió como si me hubieran encontrado infraganti cometiendo robo, eran muchas emociones quería cerrar la puerta y seguir besándola, sentir como nuestros aromas se combinan, como es que su cuerpo se dejaba llevar por todo mi cuerpo, sentir que lo único que sobraba aquí solo era la ropa, Debora se paro del mueble riéndose diciendo que la alarma no sonó y salió del cuarto, Romi me vio agitado y algo eufórico, se rió y me dijo:
-Tranquilo así es ella, puede darte el cielo y el infierno a la vez pero eso no es lo peor, lo peor es que te encantará estar así, ni arriba ni abajo solo estarás entre la pasión y el delirio por Debora.

No quiero olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora