Nada es lo que parece...

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Espero que les guste. Esta historia quedó en 3º puesto en el concurso de jóvenes talentos de Coca-Cola, quedé 3ª en la provincia de S/C de Tenerife. Espero les guste y dejen comentarios. Gracias.

Nada es lo que parece…

Risas  siniestras en las tinieblas… Maquillaje blanco… Olor a lejía, y a hierro…

Un líquido caliente entre las manos… Y un objeto sólido y gélido…

Javier se despierta entre jadeos e hiperventilando. Le duele la cabeza. “Vigila al payaso chiflado, fue el responsable del error…” Se oye decir a una voz lejana. Rápidamente, Javier enciende su lámpara de la mesilla de noche; sin pensarlo, abre la gaveta, toma su medicación y se traga las dos pastillas y media correspondientes. Hacía mucho tiempo que no oía voces, pero desde hacía dos semanas, habían vuelto…

“Vigila al payaso chiflado, fue el responsable del error…” La misma voz y una risa siniestra resuenan en su cabeza.

Coge el teléfono y llama. Suena tres veces hasta que alguien contesta:

-¿Sí? -.

-Dr. Necesito verle ahora-.

-Javier, son las tres de la mañana… -

-Las voces han vuelto – le interrumpe –.

Se hace el silencio y segundos después, una voz con un tono ahora más firme responde:

-Ven a mi consulta. Nos vemos ahí en media hora -.

Cuelgan.

Se pone lo primero que encuentra y sale con paso firme a reunirse con el Dr.

-Bien – dice el médico cuando ambos ya están acomodados en la consulta - ¿Te has estado tomando la medicación? – preguntó ahora serio -.

-Sí -.

-¿Qué es lo que dicen las voces? -.

-Sólo es una. “Vigila al payaso chiflado, fue el responsable del error…” -.

-¿Cuándo volvieron las voces? -.

-Hará cosa de dos semanas -.

-De acuerdo, te voy a recetar una medicina nueva – dijo el psiquiatra cogiendo su recetario -.

06:00 de la mañana. Javier ya vuelve a estar en la cama, y se sume en un profundo sueño de nuevo.

Risas siniestras en las tinieblas… Maquillaje blanco… Olor a lejía, y a hierro… Un líquido caliente entre las manos… Y un objeto gélido y sólido… “Vigila al payaso chiflado, fue el responsable del error…”

Javier se despierta de nuevo jadeando e hiperventilando.

08:45 de la mañana. Se levanta, y como cada mañana en la cocina y enciende la televisión para ver la televisión para ver las noticias.

¡Ring, ring, ring, ring! Suena el teléfono.

-¿Sí?-.

-¿Es Ud. Javier Pérez? – pregunta una mujer -.

-Sí. ¿Quién pregunta por mí? -.

-Soy la detective Jennifer Morris, y lamento mucho decirle que ayer su psiquiatra fue asesinado. Y nos consta que Ud. Fue la última persona en verle con vida…

Javier entra momentáneamente en shock; segundos después sale de su trance y pregunta:

- ¿Cómo fue? ¿Cuándo?¿Tienen alguna pista?¿Saben quién puede haber sido…?

-Cálmese. Entiendo su preocupación, pero de momento, siento decirle que es Ud. Nuestro principal sospechoso.

10:00 de la mañana. Después de haber hablado con la detective Morris, y haber acordado que era necesario hacerle un par de preguntas, se sienta destrozado en el sillón. Entrecierra los ojos un poco y se adormila…

Risas siniestras en las tinieblas… Maquillaje blanco… Olor a lejía, y a hierro… Un líquido caliente entre las manos… Y un objeto gélido y sólido… “Vigila al payaso chiflado, fue el responsable del error…”

14:15 de la tarde. Obtiene su nueva medicación y se la toma.

Reflexiona sobre su psiquiatra, quien durante seis años había sido su amigo, su único amigo. Está viendo las noticias, cuando algo capta su atención:

“Hoy ha sido asesinada una famosa detective de prestigio. Lo único que se ha encontrado, ha sido lo que parece maquillaje y fibras verdes artificiales”.

Apaga la televisión. No tiene que oír más para saber que se trata de la detective Morris. Se asusta. Primero su psiquiatra y ahora la detective que investiga ese caso. Queda claro que hay alguien que no quiere que se sepa nada de los crímenes. No necesita atar muchos cabos para darse cuenta. Se le cae el vaso y se hace añicos. Él será el próximo.

Sabe lo que tiene que hacer. Coge una bolsa y la llena de botellas de agua y latas de conserva; almohadas y mantas. Coge su medicación. Corre al único sitio seguro que hay. La habitación del pánico. Se encierra ahí y se instala. No es la primera vez que recurre a esa habitación. Se tranquiliza un poco y respira hondo.

21:30 de la noche. Lleva oculto todo el día. Y tiene recursos y provisiones para casi un mes.

Risas siniestras en las tinieblas… Maquillaje blanco… Olor a lejía, y a hierro… Un líquido caliente entre las manos… Y un objeto gélido y sólido… “Vigila tus espaldas, fuiste tú el responsable del error…”

Lo último que ven sus ojos es una imagen borrosa, parece un payaso, pero no lo sabe. Y nunca lo sabrá… Fundido negro.

                                               FIN.

Por favor. Déjenme sus comentarios si les gustó o no. Se aceptar una crítica. Jajaja. Voten si les gustó y háganse fans si les gustan mis historias o si quieren leer otras mías. Gracias y espero hayan disfrutado.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2012 ⏰

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