JEONGxTWICE (Oneshot de Jeongyeon)

JEONGxNAYEON LA MALDICIÓN

Es increíble hasta donde puede llegar la maldad de las personas por envidia. El codiciar lo ajeno corrompe el corazón de los seres humanos hasta corroerlo y eliminar de el todo sentimiento bueno que alguna vez pudo existir en este órgano tan fundamental.

POV JEONGYEON

-Por que tiene que sucederme esto a mi, comprendo que me gane está maldición aún sin merecerla pero esto es el colmo, al destino le gusta jugar conmigo, cada vez me ponía las cosas más difíciles pero en este momento es ridícula está situación- suspiré profundo mientras agitaba mi cabello -esto realmente debe ser una broma, por Dios diría que es un sueño pero ni siquiera duermo, aún así preferiría que fuera una pesadilla y no tener que enfrentarme a esta absurda realidad.

FLASHBACK

Las cosas jamás ocurren como estaban planeadas pero no soy quien para luchar contra el destino.

Me encontraba en la sala de entrenamiento del castillo, dándole una paliza a mis entrenadores y como siempre mostrando mis capacidades superiores mientras les daba una buena golpiza, cuando él ingreso, al igual que los soldados al servicio de mi padre, tuve que detener mi entrenamiento únicamente para que ellos se presentarán y mostraran sus respetos mientras me ofrecían sus servicios, lo cual era ridículo porque ya sabía que mi padre los había elegido como mis guardaespaldas.

Tan solo tres días después de tener tantos guardianes ya estaba cansada de ellos, no es justo que mi padre les haya otorgado la tarea de cuidarme únicamente porque me escabulló del castillo cada vez que quiero.

Se que es lógico que se preocupe pero puedo matar a cualquiera si así lo deseo, además de que siempre vuelvo a salvo él no tiene nada de que preocuparse. No es mi culpa que sea la hija del gran emperador de los seres sobrenaturales yo no desee serlo y no es justo que me quieran controlar por algo que jamás pedí.

Después de discutir con mi padre logré quedar con un solo guardián, el mejor de todos según dijo mi padre, no tuve más opción que aceptar, lo conozco muy bien y él no iba a ceder más.

Todo fue normal desde un comienzo, admito que era guapo y demasiado serio, incluso lo enloquecía en mas de una ocasión llevándolo a su límite, me agradaba hacerlo enojar, y ver su rostro lleno de frustración mientras me buscaba, sin saber que yo estaba justo a su lado, pero no es mi culpa que él no conociera cuáles eran mis habilidades.

Así pasaron los meses hasta que me atacaron los rebeldes libertinos, aquellos seres que estaban en contra de la armonía que reinaba en nuestro territorio, obviamente me defendí como más pude, por desgracia eran demasiados, para ser específica cien contra una no era muy justo, tal vez ochenta pero con los cien exageraron, después de tanto luchar llegó Naehyung y lucho a mi lado, los dos logramos salir victoriosos, por desgracia a él lo lograron lastimar por protegerme, lo apuñalaron en un costado, no tuve más opción que llevarlo a mi guarida, si no me hubiera salvado preferiría dejarlo morir que dejar que vea un sitio que es tan personal para mí.

Ya en la guarida pude revisarlo y descubrí qué tal como lo pensé lo habían penetrado con una espada impregnada en verbena lo que explica porque no se auto regeneraba. No tenía más opción tenía que curarlo, corte mi mano y comencé a dejar que mi sangre se derramará por su herida, cuando termino de cerrarse la herida, tuve que hacer que bebiera un poco de la misma para curar otras posibles heridas y contrarrestar el efecto de esa hierba maldita.

-Así que soy afortunado por haber bebido la sangre exclusiva de alguien tan poderoso- dijo en tono burlón mientras tomaba asiento, jamás lo había notado pero sus dientes delanteros son iguales a los de un roedor, creo que esta es la primera vez que sonríe por lo cual no había tenido la oportunidad de apreciarlo.