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Era la primera vez que Chanyeol viajaba a Corea. Sabía que tenía sus raíces asiáticas, pero nunca había salido de suelo americano en toda su vida. Y se sentía raro. Estaba convencido de que viajar en avión no era algo que le gustara del todo, aunque no estaba mal tampoco. Sin embargo le invadía una extraña sensación de soledad, porque definitivamente no pertenecía a Corea, pero tampoco a su natal California. Chanyeol creía que no era lo suficientemente disciplinado para ser parte de Asia, y era demasiado amable para ser americano. Siempre le había parecido que Canadá sería un buen lugar para él, pero a pesar de sus constantes insistencias a sus padres para cruzar la frontera y mudarse, ellos seguían negándose, y más ahora que su hermana les había comprado una casa en el centro de San Francisco.

No es que detestara el repentino éxito y la fortuna de su familiar. En realidad él siempre estaba muy orgulloso de su hermana. Cuando ganaba una estrella dorada en el colegio, o cuando conseguía andar en patines sin caerse, por ejemplo, aunque ella era mayor por 3 años. Y le hinchaba de felicidad saber que su hermana, a pesar de recién haber debutado, muy joven además, en una empresa de entretenimiento y tener la agenda muy ocupada, se tomaba el tiempo de llamarlos cada día, cuando ella despertaba en su lujosa habitación en el edificio de la SM Entertainment. Para ellos, ya era de noche cuando YooRa llamaba.

Habían acordado que ahora que había debutado, irían a visitarle cada invierno, cuando su hermano saliera de vacaciones. Y no es que Chanyeol no quisiera verla, pero al lado de ella era nada. YooRa siempre había sido una niña muy bonita, y la agencia se encargaba de embellecerla aún más. Él, sin embargo, era un chico de 13, casi 14, llenito y pequeño, que además tenía las orejas enormes. Anteriormente había sido más gordito, tirando a lo obeso. Pero había adelgazado un poco, su familia decía que estaba creciendo y que seguiría bajando de peso. "¿Y mis orejas? ¿Cuándo van a hacerse normales?", había pensado Chanyeol. Aparte de su nada atractivo físico, le acompañaba una fuerte infección en la garganta que no le dejaba hablar correctamente. Tenía que escribir en una pequeña pizarra que sus padres le habían comprado, o inclinarse por completo hacia el oído de la otra persona para soltar un par de susurros casi imperceptibles. Así que no, no se sentía cómodo en Corea.

La sensación no cambió conforme avanzaban en un auto alquilado por las calles de la ciudad para reunirse en el colosal edificio de la agencia de YooRa. Muchas de las pantallas gigantes que se encontraban en edificios (gigantes también), los anuncios, los espectaculares, estaban ocupados por los rostros de EXO, el grupo musical al que su hermana pertenecía y que, a pesar de ser un grupo de k-pop mixto, estaba ganando mucha popularidad, incluso fuera de Asia. Chanyeol había oído hablar de ellos en el barrio coreano donde vivía en San Francisco. Su propio amigo, Jongin, era muy fan de la banda y tenía favoritismo por uno de los cantantes principales, que se hacía llamar "D.O". Casi se desmayaba cuando se enteró que su orejón amigo era hermano de la rapera YooRa.

A su llegada al edificio de la SM Enterteinment, le siguió un tour por este de parte de una mujer que trabajaba en la empresa. Sin embargo, Chanyeol tuvo que detenerlo a la mitad y pedirle amablemente a la guía que le llevara directamente con su hermana. YooRa no había ido a recogerlo a la puerta a pesar de que sus padres habían llamado para avisar que ellos pasarían antes a casa de sus abuelos y que los recogerían en la noche a ambos, pues YooRa había pedido permiso para estar con su familia y le había sido concedido con la condición que estuviera presente durante el día para ensayos del album nuevo.

La encontró en el cuarto de ensayos, practicando la coreografía de MAMA, canción de su primer mini álbum. Chanyeol se quedó en una orilla mientras los veía bailar. Su hermana lo vio a través de uno de los espejos, pero le hizo entender con la mirada que no podía atenderle de momento y que le diera unos minutos. Y él aprovechó para fijarse en los integrantes mientras la pista cambiaba a una que no conocía. Era imposible no fijarse en su hermana, pues era la más alta y la única mujer. Le seguía LuHan, el miembro más grande del grupo, pues mientras los demás rondaban los 16-18 años, él ya tenía 22, además, su apariencia era un tanto femenina. Luego estaba SuHo, el líder del grupo, y estaba D.O. Sin embargo, no conocía el nombre del quinto miembro, siempre lo olvidaba. El quinto miembro era un chico muy delgado con el cabello recién teñido de rubio. Más alto que D.O, pero más bajo que todos los demás.

—¡Hey!— Le saludó su hermana acercándose a él. El ensayo había terminado, pero él no lo había notado.— Me alegro que hayas sabido llegar. Mamá me contó lo de tu garganta, ¿puedes hablar?— Chanyeol dijo que sí, pero sonaba tan bajito y ronco que YooRa hizo una mueca.— ¿Sabes qué? No lo intentes, te vas a lastimar. ¡Oigan!— Llamó fuerte y moviendo una mano a sus compañeros.— Él es mi hermano, ChanYeol. Tiene 13 años y una horrible infección en la garganta que no le deja hablar. ¿Dónde está BaekHyun?

—Dijo haber olvidado algo y se fue—. Dijo SuHo mientras se secaba el sudor de la cabeza con una toalla y después le extendió una mano a Chanyeol. Todos se presentaron a él y de todo EXO, D.O, cuyo verdadero nombre era Do KyungSoo, era el más amable con él. Era también el más decidido a no dejar que su voz se dañara más, así que había sugerido que usara el traductor de Google para hablarles cuando fuera necesario, pero ya que estaba muy cercano a él, Chanyeol no tenía que esforzarse mucho al hablar.

Ya que YooRa tenía que ensayar a diario, Chanyeol le acompañaba al edificio y veía todo. También se hacía amigos de personal de limpieza, quienes le habían regalado una llave del único baño en la empresa que no era muy visitado porque estaba escondido entre las paredes, de otros grupos, y trainees. A excepción del quinto miembro de EXO: BaekHyun. KyungSoo y YooRa le contaban que era muy amigable y que hablaba mucho, y podía notarlo, pero con él nunca hablaba. Ni se acercaba. Al tercer día, mientras almorzaban todos juntos, BaekHyun estaba especialmente callado. Vistiendo gafas oscuras y un cubre bocas como si hubiera cámaras alrededor, y comía muy pausado. Chanyeol ya estaba recuperando la voz, pero de todos lodos se inclinó a KyungSoo.

—BaekHyun me está viendo mucho—. Dijo en un coreano no tan malo para hablar mayormente en inglés. KyungSoo inmediatamente movió la cabeza de forma rapida hasta enfocar al mencionado con una mirada graciosa. BaekHyun se tensó y volvió a su comida. Entonces el otro alzó los hombros.

—Quizá le gustas—. Fue en ese momento que Chanyeol se rió fuerte, o lo intentó.

—No seas ridículo, Do.

—¡Lo digo en serio!

—Ni siquiera me habla.

—Ni tú a él. Pero ya que lo mencionas y estás recuperando tu voz, sería muy gracioso que no le hablaras. Como un juego. Él actua de maneras extrañas. Quizá pronto quiera hablarte y que tú no le respondas lo volverá loco.

Chanyeol se quedó pensando en eso los siguientes días que estuvo ahí. Para su desgracia, el clima frío de Seúl hizo que ma garganta se le cerrara más y que le costara pasar la comida, en especial si eran nachos. Pero no podía ver una película sin ellos. Lee SooMan podría ser el CEO de la SM por completo, pero Huang ZiTao era el agente de EXO, y este tenía una sala de cine privada, la cuál le había dejado a Chanyeol. La sala consistía en una enorme pantalla y únicamente 6 asientos. El chico se sentó en el centro. Antes de sentarse había escogido una película animada y cuando esta ya llevaba 10 minutos de inicio, otra persona entró en la sala.

—Oh, amo esta película—. Dijo BaekHyun sentándose a su lado. Llevaba un bote enorme de palomitas en una mano, y una soda en la otra. Chanyeol se quedó un poco pasmado, pero no tomó mucha importancia. Dejando de lado el hecho de que no se hablaban, BaekHyun le parecía una persona atractiva a Chanyeol. Creía que aún era muy joven para confirmar su sexualidad, el quinto miembro de EXO le parecía atractivo, pero también había chicas que le gustaban.

Por dos horas compartieron la misma sala, e inclusive sus alimentos. Chanyeol le ofreció nachos , y BaekHyun le ofreció palomitas. En determinado punto, el mayor sacó una barra de chocolate de su bolsillo, la partió a la mitad, y la compartió con el pequeño orejón. Cuando los primeros créditos aparecían en la pantalla, el celular de Chanyeol vibró en su bolsillo.

"Chanyeol-ah, ¿dónde estás?" Decía el mensaje de texto que su hermana le había mandado. Respondió rápidamente y cuando alzó la mirada, BaekHyun se había ido. La única evidencia de que había estado ahí, era la media envoltura del chocolate que le había dado a Chanyeol. YooRa no tardó mucho en ir por él, y no vio razones para contarle que su compañero de grupo había visto una película con él.

The Ring [CHANBAEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora