Me atrevo a profesar que hasta la muerte te amaré esa es mi respuesta al tiempo.
Al envidia del mundo la que nos intenta divorciar a cada rato le contestó que eres mía con la prominencia de un puño en su cara y un beso en la tuya.
Mi respuesta del porque estamos juntos no se me ocurre mejor verdad absoluta que decir por amor y me ha funcionado siempre.