Ya no me contesta los mensajes cómo antes. Ya no me dice que me quiere. Ya no me dice: “¿Segura?” Cuándo le digo que estoy bien. Ya no se preocupa por mí. Ya no me recuerda lo linda que soy a sus ojos. Ya no está conmigo en los días malos, y mucho menos en los buenos. Ya no me cuenta qué hizo en el día. Ya no me dice por qué no puede dormir. Ya no hace espacio en su tiempo por hablar conmigo. Ya no comparte sus gustos conmigo. Ya no me dice: “Tienes que escuchar esta canción.” Ya no se acuerda de mí y mucho menos de mi cumpleaños. Ya no hay mensajes de buenas noches por su parte. Ya no está ese mensaje por las mañanas de él. Ya no me provoca esa risa que se escucha por toda la casa. Ya no soy yo la razón de su sonrisa. Simplemente ya no soy nada para él. Ya me olvidó.