Arnauapahh

2. Pablito

Al llegar a clase vi a Ares y a Marc sentados en una mesa para dos. Los dos días anteriores no vino el profesor y se quedó una profesora de guardia que decidió utilizar esos días  para conocernos entre nosotros.

Ese día por fin llegó el profesor. Un poco tarde, todo hay que decirlo. Es decir, quien coño llega dos días y medio tarde a su puto trabajo?

-Buenas tardes alumnos. Soy Pablo, vuestro profesor. Asumo que ya os conocéis así que abrid vuestro libro de historia por la página 3. ¿Y tú que haces levantado? Siéntate ahí mismo.

-Vale - Respondí al profesor.

Me senté en el sitio que me señaló. Estaba justo detrás de Marc y al lado de un chico con una cabeza alargada y rectangular. Tenía la boca abierta y llevaba una camisa de cuadros.

Al terminar las clases, y después de unas cuantas burlas del profesor hacia algunos alumnos, fui a mi casa para comer. Saqué las llaves y abrí la puerta, entré en el ascensor y subí al primer piso. Al entrar en casa comí y me preparé para ir a casa de Ivan.

-Oye Arnau, ¿quieres que juguemos al Minecraft?

-Ahora no quiero Raphhector.

Raphhector es mi hermano, mi padre es un rapahh  y mi madre humana. Yo nací humano y mis dos hermanos nacieron rapahhs.

Salí de casa y fui hacia la de Ivan. Al llegar levante la mirada para admirar la altura del edificio. Después de dos minutos sentí un toque en la espalda.

-Oye, ¿vas a entrar o te vas a quedar mirando?

Era Ares. Me quedé un poco extrañado por su ropa. Llevaba orejas de elfo, una linea negra cruzando sus ojos, una capa roja y dorada, unas botas de cuero, una especie de poncho negro con las letras EG escritas en rojo en el centro del mismo y unos pantalones negros.

-En el papel no pone en que piso vive. - Respondí.

-Siempre se le olvida - Dijo Ares poniéndose la mano en la cara.

Ares tocó al timbre y una voz sonó.

-¿Quien es?

-Ares.

-Di la contraseña.

-La contraseña

La puerta se abrió.

-Vamos, entra. - Me dijo Ares.

-Ya voy.

Mientras subíamos por la escaleras Ares me fue explicando todo lo que debía saber.

-Muy bien niño nuevo, ahora que sabes nuestra contraseña y has accedido a venir debes jurar lealtad al grupo. Tú tranquilo, estoy seguro de que lo harás bien. Por cierto, si no sabes por donde empezar con tu disfraz yo te puedo ayudar... Por un módico precio.

-¿Que precio?

-Que hagas algunas misiones para mi cuando acabemos. El subnormal de Mario me ha robado mi puta carta de Mewtwo. Tú misión será recuperarla y te la cambiaré por puntos de experiencia que te ayudarán a subir de nivel.

-De acuerdo.

Después de lo que me pareció una eternidad llegamos a casa de Ivan. Este llevaba una armadura de madera pintada de plata y unas botas. Su casco era azul y gris, con una pluma roja. Llevaba una capa roja y un cinturón en el que podía guardar su espada. Debajo de la armadura llevaba una camiseta marrón y unos pantalones azules.

-¿Y los demás? - preguntó Ares

-Al final no pueden venir, pero Rapahh vendrá. Tuvo que ir al medico esta mañana y por eso no vino a clase.

-¿Le esperamos o comenzamos ya la iniciación? - Preguntó Ares

-Comencemos ya. - Dije yo

-De acuerdo, espera. - Después de decir eso me puso una venda en los ojos. Cuando me la quitó todo estaba lleno de velas negras y Ivan y Ares llevaban túnicas negras. El chico de pose encorvada llevaba una copa de cristal negro con algo dentro y Ares llevaba una lampara que soltaba humo.

-Nuevo, espero que hayas escogido ya una raza porque vamos a crear tu personaje.

Miré detrás del papel que me dió con la dirección de su casa y vi todas las clases.

-Seré un humano.

-De acuerdo, ¿tu nombre?

-Arnaulén.

-Muy bien, serás Arnaulén, el clérigo humano. Tu función es ser sanador del grupo. Ten este cinturón, contiene pociones de curación. También debo darte este arma, es una espada, la necesitarás.

-Para terminar debes beber de la copa de la visión. - Dijo Ares

Ivan me acercó la copa y bebí un poco. Sabía a fresa. Caí al suelo y me desmayé. Tuve un sueño en el que estaba en el hospital y una lágrima caía por mi mejilla. Al despertar habían quitado las velas y volvían a tener sus disfraces originales.

-Bienvenido a El Grupo, Arnaulén. - Dijo Ivan.