Sweet lies // [ChanHun]

Única parte

Muchos años atrás, donde los reinos estaban en todo su apogeo y la magia era algo de lo que gozaban en el mundo, por supuesto, sólo aquellos que en verdad creían en ella y la habían presenciado, dos reinos se escondían de los demás, ocultos por la magia de la naturaleza para evitar su extinción.

Los hijos de la luna, aquellos que eran bendecidos con el don de cambiar su forma para poder proteger a los suyos y estar en mayor contacto con la naturaleza. Moonlight, era reinado por el rey Park ChanWook, primogénito de la familia real, el cual había asumido su cargo cuando su padre, el antiguo gobernante había cedido su lugar.

Traía con él nuevas ideas, nuevos cambios. Muchas fueron bien recibidas, sin embargo, muchas otras fueron presionadas para simplemente desaparecer. Llevaba consigo una noticia que llevaría a un cambio muy grande, algo que jamás se había visto. "Vampiros y hombres lobo ampliaran su visión. Nos uniremos como los verdaderos hermanos que somos, amantes e hijos de la noche.".

La noticia no fue bien recibida, muchos se quejaron y otros llegaron al extremo de irse del reino. Por supuesto, eran muchísimo más los que estaban a favor. En un comunicado real, dio a conocer que, la unión se haría cuando los primogénitos de ambos reinos se juntaran en matrimonio. Llevando consigo una gran ansiedad por que los primeros niños nacieran en ambas familias.

En El Dorado, las cosas eran un poco distintas, los hijos y caminantes de la noche, criaturas que caminaban entre las sombras para alimentarse. Ellos tenían a uno de los gobernantes más jóvenes que hubieran subido al trono. A pesar de llevar ya algunos años en el trono. Oh DongYung se caracterizaba por ser muy amable e inteligente, capaz de defender y proteger su reino, cosa que había demostrado con el pasar de los años. Estaba abierto a nuevas ideas y propuestas que se dieran por el bien de los suyos. Por ello, cuando le llegó la convocatoria para reunirse con el rey del reino vecino, Moonlight, no dudó en ir junto a algunos de sus mejores guardias.

A pesar de estar algo incómodo al principio con la propuesta, mientras el dialogo continuó, mas "pros" le encontraba a todo, entonces, frente a su guardia y la del rey Park, accedió, estrechando la mano con el monarca vecino, sellando con eso, el trato.

La palabra del rey había sido clara, nuevos milenios venían y con ello, el mundo de los humanos incrementaría mucho más. Debían poder convivir en paz junto a los shifters para así, evitar su extinción. No hubo quejas, cuando menos no públicas, confiaban en su rey o eso es lo que parecía.

El tiempo pasó, y con ello, el nacimiento del primer hijo de los Park. Un niño de ojos y orejas grandes, llamado ChanYeol, el futuro gobernante.

El rey Oh, no tenía planeado tener un heredero rápidamente, estaba demasiado ocupado con sus deberes de monarca, como para buscar alguna pareja. Simplemente utilizaba a uno que otro para poder alimentarse y, de vez en cuando liberar algo de tensión que llevaba por sus tareas y obligaciones. Algo que jamás esperó, fue, que en uno de esos días, donde sentía que todo lo tenía en su contra, pues, su hermano había desaparecido y al parecer, este mismo había muerto a manos de "Cazadores de vampiros", llegó un doncel, aquel que logró seducirlo tanto por su belleza, como por sus palabras y, en aquella noche de luna llena, además de alimentarse, había dejado en él, a su heredero, tres años después de la llegada del primer Park, nació Oh SeHun, el primogénito del rey Oh.

El tiempo pasó, y con eso, los niños crecieron sin saber de aquel pacto que sus padres hicieron con ellos. A veces iban de visita al reino vecino, y con ello, el príncipe ChanYeol y el príncipe SeHun se hicieron los mejores amigos. ChanYeol por su parte, tenía la idea de que se casaría con una niña muy bonita de su reino, aquella linda hija de la florista con la que se encontraba para jugar cada tarde, con el permiso de su padre, y el acompañamiento de la guardia real. Por otro lado, SeHun simplemente prefería leer y acostumbrarse al hecho de que algún día se casaría con alguna mujer que le impusieran, pues nunca había llamado su atención alguna, cosa que Park no sabía.