Segunda oportunidad

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Este fanfic fue escrito por motivo de una actividad de intercambio de regalos

Sólo agregar que los personajes, algunos diálogos presentes y líneas no son míos, pertenecen a DC y son extraídos del cómic que se adjunta a esta historia; claro con algunas modificaciones.

Sin más preámbulos, que empiece la lectura.

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Me pregunto si él se acuerda...

La brisa jugaba suavemente con las hierbas que apenas crecían en el campo. El sol, inmenso aún se encontraba en su cenit, orgulloso y gracias a las corrientes del viento que se encargaban de disipar el exceso de calor, era simplemente caliente. Entre el mar verde, se podía ver a un joven que encontraba sentado, apoyándose sobre ambas manos, mirando el horizonte en una pequeña loma, parte de una de las cientos de granjas que se encontraban allí. Tenía un bate, una pelota y un guante de béisbol; estando el bate a su izquierda y el guante con la pelota, en su derecha, olvidados ahí; ya que su atención se encontraba lejos, muy lejos, perdido en sus recuerdos.

Uno en donde el ambiente era similar, dónde el sol se encontraba igual de altivo, uno que traía una de las más escenas cotidianas de su infancia. Aquel día, que parecía no tener nada de especial, terminó convirtiéndose en un día memorable aunque no en el buen sentido.

Aquella vez se encontraba jugando con los mismos instrumentos que le acompañaban, brindándole su muda compañía; junto a Pete, su mejor amigo de la infancia. Él se encargaba de batear y su amigo, de tirar la pelota y atraparlo; mientras las exclamaciones de exaltación por el juego no se hacían esperar.

- ¿Listo, Kent? Ahí te voy....- lanzando la pelota con todas sus fuerzas.

- Pete, tú tiras como niña. - preparándose a recibir la pelota con el bate, imaginando su trayectoria.

Es una día que nunca olvidaré.

Manejaba su auto, con una vista distinta a lo acostumbrado. Había tenido una junta con los directivos de la sucursal de Kansas, el típico informe a medio año. Aunque estuvo tentado a mandar a Lucius como representante o a otra persona decidió ir personalmente, ya que era tiempo de presentarse y mostrar que a pesar de todo, él siempre está pendiente de sus negocios y la empresa, sea la principal o una sucursal.

Terminada la reunión, decidió manejar por las afueras de la ciudad, atraído por el hermoso paisaje y siguiendo la recomendación de Alfred de descansar un poco. Aunque quisiese irse mucho más antes; en la noche tendría un obra de caridad y una clásica fiesta al estilo de Bruce Wayne.

Ya se imaginaba la noche; sonrisa por acá, algún piropo por allá, reporteros corriendo detrás de él buscando sonsacar algún chisme jugoso, al menos lo suficiente para una portada; cuando lo único que le importaba era estar en su ciudad, Gotham, colocarse su segunda piel y empezar a limpiar su agonizante ciudad.

Pero se encontraba ahí, en medio de una gran nada de color verde e inmensos árboles que custodiaban los linderos del camino, recordando un episodio, que contra cualquier pronóstico aún seguía aferrado en su mente.

Era un hermoso día en Smallville.

Clark, aún envuelto en la bruma de sus recuerdos, formaba una pequeña y escueta sonrisa en su rostro, siendo el motivo que generalmente cuando jugaban, lanzaba la pelota con gran fuerza provocando las quejas de Pete al momento de ir a recogerla.

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