Capitulo 1

15.5K 1.1K 31
                                    

No puedo prometer que seguir actualizando con mucha rapidez, pero espero que les guste y sigan votando y siguendome como lo han hecho...

---------------------------------------------

Capítulo 1

Ivelisse (Ive)

-Mayra, ¿puedes llevarme a la oficina una botella de agua y limón, por favor? - le pedí a mi secretaria, cuando pasé frente a su escritorio luego de salir del baño por octava vez en la mañana.

Las náuseas cada día son peores y realmente creo que llevo sin comer como una persona normal desde hace tres días, todo lo que como lo devuelvo. Mi bebe va a ser muy mal comedor si sigo así. Me siento en mi escritorio y ruego porque Mayra pueda conseguir lo que le pedí pronto, necesito concentrarme en mi nuevo proyecto.

Luego de beber toda la botella de agua y tener con Mayra una conversación de consejos para las náuseas, por fin estas disminuyen pude concentrarme. No sé cuánto tiempo después tocaron mi puerta.

-Adelante. - dije

-Te vengo a invitar a almorzar. - Dijo Darío parado frete a mi puerta. Es un gran hombre, tanto físicamente como mental. Tiene 29 años y es otro de los ingenieros de más prestigio en la compañía, tiene carácter y normalmente es muy callado y serio, es extraño verlo en reuniones con los empleados, aunque tiene un buen gro de compañeros que somos cercanos. Físicamente es muy guapo, pero no como de revista, es serio, tiene el cabello oscuro medio largo y normalmente está recogido en una coleta, siempre está bien vestido, creo que hace bastante ejercicio porque tiene unos hombros y un pecho fuerte y tonificado, mierda mis hormonas están revueltas con solo verlo.

- ¿Ya es hora? - No me había percatado de lo mucho tiempo que había pasado.

-Si. – dijo aun recostado en el marco de mi puerta

-No puedo ir, tengo mucho trabajo. - si tenía hambre, pero las náuseas seguían ahí y no quería pasar un mal rato frente a muchas personas y mucho menos frente a Darío.

-Como sabía que diría esos. - dijo entrando, mostrándome unas bolsas de comida de un restaurante italiano que me encanta. – Nos quedaremos aquí.

Darío, aunque era un hombre guapo y respetuoso, siempre tenía esa sonrisa disimulada que hacía que las mujeres suspiraran. El al igual que yo, es ingeniero civil, unos años mayor. Cuando empecé en la contractura fue el primero en brindarme su apoyo y trato honesto, es lo más cercano que tengo a un amigo, y aunque siempre hubo una atracción entre nosotros, jamás la dejamos salir a flote.

Sentí como mi estómago se estrujo al momento de oler la pasta carbonara que Darío abrió. Ya reconocía demasiado bien ese nudo en mi estómago, momento de correr al baño.

- ¿A dónde vas? - fue lo último que escuché cuando salí de mi oficina hacia el baño.

Luego de botar el poco contenido de mi estómago, lave mi rostro y mi boca., odiaba el sabor que se quedaba en mi boca.

-Vamos bebé, no me trates así. – dije a mi panza aun plana.

Gracias a Dios no habían empleados por ser hora de almuerzo. Cuando llegue a mi oficina note que Darío había guardado toda la comida. Estaba de pie de frente al ventanal detrás de mi escritorio, dándole la espalda a la puerta.

- ¿Ya comiste? - sentía el ambiente tenso al entrar a la oficina.

-Se me quito el hambre. - camino hasta detrás de mí y cerró la puerta colocándole el seguro. - Ahora tu y yo vamos a hablar. ¿Qué está pasando?

- ¿Lo notaste verdad? - le dije sentándome en el sofá que haba en mi oficina.

- ¿Notarlo? Mi oficina queda sal lado del baño Ive, he visto cada vez que entras y sales de él. Y no fue solamente hoy durante la semana también. ¿Qué está pasando Ive? Confía en mí.

No sé si es apropiado contarle, ya que sé que el odiaba a el chico con el que estuve saliendo, pero no he podido gozar la dicha de que seré madre con nadie, no le he dicho a nadie en mi trabajo solo a Mayra.

- ¿Prometes no enojarte conmigo?

-Lo prometo Ive. - dijo sentándose a mi lado. - Solo dime que necesitas, que está pasando...

-Estoy embarazada. - le solté de golpe. Vi su rostro ponerse más serio de lo normal, la vena de su cuello le palpitaba, creo que ni siquiera estaba respirando. - Prometiste no enojarte. - le recordé.

-No estoy enojado contigo. - Cerro los ojos y respiro. - ¿El padre?

-Se fue antes de yo saberlo, me contacté con el cuándo lo supe, pero no le importo. - soltó mi mano, sentí frio cuando lo hizo, se puso de pie y lo vi ponerse rojo de enojo, paso sus manos por su, pero alborotando su coleta. - ¿Darío?

-No estoy enojado contigo, lo juro. Un bebe es algo hermoso y maravilloso, pero estoy con unas ganas increíbles de golear al maldito, sabía que no era bueno para ti cuando lo conocí. Un hombre no embaraza y luego se va como si nada. – Gracias a Dios que no le dije que me pidió que abortara, si no seguro va y lo mata. - Lo lamento Ivelisse, me descontrole.

-No tienes que disculparte.

- ¿Tu familia lo sabe? - el conocía lo que pase con mi familia y el desprecio que me tiene mi madre por haberme ido.

-Solo tú y Mayra. No sé cómo lo tomaran. - le confesé, claro que tenía miedo.

-Bueno, trabajaremos en eso cuando llegue el momento. Ahora quiero saber que dijo el médico. ¿el bebé está bien?

-No he ido aún.

-Bueno, ahora si estoy enojado contigo.

--------------------------------------

Sorpresaaaa

BESOS DESDE PUERTO RICO  

Una Ayuda Inexplicable / Disponible En FisicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora