"Hay cosas que simplemente no tienen explicación alguna."
El fresco aroma de la mañana comenzaba a inundar la habitación en la que se encontraba. Los rayos del Sol poco a poco entraban por una de las ventanas, despertando así, a Dazai Osamu. Quién se rehusaba a abandonar su futón para alistarse e irse a la agencia.
No fue hasta que un enorme ruido lo obligó a ponerse de pie. El ajetreo provenía de la cocina. ¿Quién podría ser a esta hora de la mañana? Se preguntó mientras arrastraba los pies en dirección al ruido.
Al entrar al cuarto se sorprendió al ver a un tigre con la cara sumergida en el refrigerador.
—¿Atsushi-kun?—mencionó incrédulo, el mencionado pareció perder el interés en tener el hocico metido en aquel aparato doméstico para mirar a quien había pronunciado su nombre.
Los ojos de aquel tigre eran un contraste con el Sol. Tal parecía que Dazai tenía a la noche contenida en su habitación mientras fuera existía el día cegando con todo su resplandor. No lo entendía. Así cómo tampoco entendía el porque Atsushi estaba convertido en un tigre.
Atsushi se fue acercando poco a poco a Dazai. En un movimiento inofensivo ya se encontraba sobre el de cabellos color café.
—Atsushi-kun, si tu idea es que muera asfixiado por tu peso, déjame decirte que no es la forma más bonita de morir, que considerado eres.—lo miró molesto. Mientras el otro, al no entender sus palabras, se limitó a poner su enorme pata sobre la cara de Dazai.
-o-
Tarde.
Se le había hecho tarde para llegar puntual a la agencia, como de costumbre.
Ahora se encontraba sentado sobre el suelo redactando un mensaje a Kunikida, explicando el motivo por el cuál no podría salir aún de su habitación.
Atsushi le había aprisionado el brazo y ahora se mantenía abrazado a él. Dormitando levemente. Rehusandose a dejarlo ir gruñendo en cada vano intento de Dazai al querer retirar su mano o lo que quedaba de ella. Lo miró de reojo y después se volvió a centrar en el mensaje de texto. En ese lapso juraba haber visto a un tierno y pequeño Atsushi con orejas de gato y la cola de uno enrollada en su brazo. Se dió un sape mentalmente. Este no era el momento de imaginar cosas extrañas.
En el momento en que iba a presionar el botón "enviar" recibió una llamada entrante. Era obvio de quién se trataba.
Dazai bufó.
"Las coincidencias no existen"
En el momento en que respondió, escuchó cómo Kunikida le reclamaba del otro lado su falta de interés en la puntualidad, que tenía que estar más atento porque sino.... Miles de argumentos más llovían y podrían seguir lloviendo, pero Dazai sólo se limitó a colgar. No sin antes arrepentirse por no haberle contado el especial problema con el que estaba lidiando en ese momento.
Y ahora...
¿Cómo llevaría a un Atsushi-kun convertido en tigre ,sin ser notado en el camino, a la Agencia?
Era la pregunta del millón.
-o-
¿Les gustó? -u-
Me agradó mucho escribirlo. Más sin embargo no puedo darles un desarrollo más a trasfondo debido a que son drabbles.
¡Nos vemos en el próximo y último drabble!
¡Gracias por leer!
ESTÁS LEYENDO
Algún día
FanfictionAquí estarán ubicados los tres drabbles que me ha tocado escribir sobre esta hermosa pareja. ¡Espero sea de su agrado! Cr. al autor de la imágen que usé de portada y a las imágenes que vienen incluidas en los capítulos.