Al llegar a la puerta, mis piernas se inmovilizaron, estaba fatigado, cansado, mareado, poco a poco mis ojos se cerraban y la fuerza para mantenerme despierto era nula, entré en un sueño profundo, seguí su voz hacia un camino oscuro, ese pasillo me llevo a una llave que se encontraba en el suelo junto a unas cuantas hojas, esa llave tenía la forma exacta al cerrojo de la puerta que tenía al frente, al abrirla, la luz me dejó ciego, sólo escuchaba "sigue mi voz, mente en blanco y camina, sigue mi voz, mente en blanco y camina" y accedí a hacerlo, al hacerlo caí, en un juego del cual no podré salir.
Desperté en una habitación blanca con muchos crayones en una estantería, no comprendía donde me encontraba pero tenia que salir de ahí, esa era mi meta, no sabia si era de noche o de día, solo sabía que esto jamás terminaría... entran a la habitación, 3 enfermeras y un hombre, bello facial, no tan alto, sus ojos solo demostraban dolor acumulado, las enfermeras me agarran de las manos.. no paré de moverme y comenzaron los golpes, fueron tantos, hasta que me desvaneci..
Al despertar sentía que mi vista estaba un tanto debilitada, sentía un fuerte dolor en mis párpados, quizás será el sueño, pero dudo aguantar mucho tiempo acá o con vida, mis lágrimas caían al acostarme en la cama comencé cerrar los ojos, con fuerza como si esto fuese un sueño hasta que me dormí.
DIA 48
Querida pared creo que ya es verano, hace demasiado calor, hace tiempo llevo escribiendo aquí y nunca conté quien verdaderamente soy y hoy empezaré..
Entran todos los días, 6 guardias y 4 enfermeros, me amarran al sofá con unas largas cadenas de la esquina pintada de amarillo, en ese momento comienzan mis gritos, siempre es lo mismo, ya no sentía sus agujas, mire a uno de los enfermeros y solo se paralizó, mis ojos se volvieron extrañamente negros y todo fue grabado o casi grabado por las cámaras de seguridad, digo casi por que cada vez que pasa algo paranormal en esta habitación nadie me cree y cuando digo que al a ver las cámaras está la verdad, no se ve nada, pero esta vez habían demasiados testigos, pero llegó el día, eso que ellos tranquilizaban con las inyecciones se reveló y lo destruiría todo lo que estuviese en su camino, ahí estaba yo, sin saber si controlarlo o no, obviamente no lo hice... sus cadenas habían sido inútiles para mis brazos, me libere y salí de la habitación, los guardias pensaron en su vida y no hicieron nada, al salir de la habitación me guíe por un camino que me llevaría al techo.. se escuchan disparos.. Al llegar a la puerta, mis piernas se inmovilizaron, estaba fatigado, cansado, mareado, poco a poco mis ojos se cerraban y la fuerza para mantenerme despierto era nula, entré en un sueño profundo, seguí su voz hacia un camino oscuro, ese pasillo me llevo a una llave que se encontraba en el suelo junto a unas cuantas hojas que cada una de esas hojas tenía una nueva historia que transcribir.
