—Callie, ¿Podrías por favor calmarte? me estas poniendo de mal humor.
—Vamos Jess, se que quieres ir con nosotros, además Bruce estará ahí -dijo con vos chillona.
Ella y Lena han tratado por todos los medios de que yo y Bruce seamos algo más que amigos y se que él también lo quiere, pero simplemente no puedo, no voy a negar que el es guapo con su metro setenta y cinco, su corte militar, su buen trabajado cuerpo y sus ojos color verde esmeralda, pero es simple no lo veo como mi novio, no así como es.
—Jess, no seas una aguafiestas, estamos de vacaciones en Nueva York y tú, ¿Prefieres quedarte en una habitación de hotel? -volvió a insistir- te doy tres segundos para que te decidas, es ahora o nunca.
—¿Es que no puedo descansar un solo día? -dije con voz cansada- llevamos aquí una semana y hemos estado saliendo cada dos días, por decir poco.
—Uno...
—Callie, ¿por favor? -rogué-
—Dos...-continuo- mira Jess no te arrepentirás, estoy segura, solo tienes que decir un simple "si".
Me estaba debatiendo realmente si ir o no, si iba estaba completamente segura de dos cosas, uno: se que me divertiría mucho, eso no esta a discusión y dos: Bruce se la pasaría pegado a mi como una sanguijuela, así que...
—Tre...
—Esta bien, esta bien iré -interrumpí y ella mostró una sonrisa de satisfacción en su rostro-
—Bueno querida, dado a que te tardaste demasiado en decidirte, tienes solo diez minutos para arreglarte, te estaré esperando en el lobby así que apresúrate. -se dirigió a la puerta y antes de salir giro sobre sus talones y me dio una sonrisa socarrona-
Maldita, Callie siempre consigue lo que quiere y no me sorprende que aya dicho que si, en el fondo se que es lo que quería, comencé a arreglarme, tome mi maleta y busque el vestido negro straplesss con escote en forma de corazón que había comprado hace dos días, tome unas bragas y un sostén del mismo color del vestido y me dirigí al baño, tenía solo diez minutos así que tome una ducha rápida, al salir seque mi cuerpo con una toalla y me coloque la ropa interior, listo eso comencé con el maquillaje, algo sencillo, rimel, delineador, brillo y sombra. Corrí por la habitación hasta donde había dejado el vestido y me prepare, deje mi cabello suelto con sus ondas naturales y me coloqué las zapatillas, tomé las llaves del coche y salí de la habitación no sin antes mirarme en el espejo, conforme con lo que veía en el, hoy sería una gran noche, de eso estaba segura.